miércoles, 9 de noviembre de 2011

DE NUEVO, EL RAPTO DE EUROPA.


“Se atrevió también la regia virgen, ignorante de a quién verdaderamente montaba, en la espalda del toro a sentarse. Cuando el dios de la tierra, y del seco litoral, insensible, lo primero pone en las plantas, en el litoral, y por las superficies, en mitad del ponto se lleva su botín.”

Así se expresaba Ovidio, cuando se refería al capítulo mitológico según el cual la joven Europa, es raptada por Zeus quien, adoptando la forma de toro blanco logra despistar a la guardia establecida para su protección, instalada por su padre el Rey de Io; para finalmente acabar cruzando el mar con ella sobre su lomo, hasta Creta. Allí, debajo de un platanero consumará su rapto, y finalmente Europa acabará convirtiéndose en la Primera Reina de Creta.

Y una vez más, muchos años después, dejándonos como entonces en la cara el color agridulce de la frustración, y sin poder alegar como en aquellos tiempos la hermosa retórica de la mitología, de nuevo es a partir de Grecia donde se gesta la mayor de las tragedias, en este caso la Gran Tragedia de Europa.

Y de Ovidio, a Homero: “Temo a los griegos incluso cuando traen regalos.” Regalo envenenado, de eso ya no cabe duda, el que el último hasta la fecha de los Papandréu en el poder, le ha hecho a esta Vieja Europa. Una Europa qué, por primera vez probablemente desde el Tratado de Versalles, el de 1918, no había vuelto a sentirse tan debilitada. Y lo malo es que, una vez más, como sucede en la mayoría de ocasiones, el ataque, bien motivado, o fruto en muchos casos de la mera incompetencia conceptual de aquellos que rigen nuestros designios, se produce desde dentro. Citando por proximidad las Teorías de Rousseau, El Hombre ha de buscar en la cesión de sus privilegios y autoridad en manos de un bien común, la consecución de sus pretensiones humanas.

Aplicada esta conceptualización a la Realidad Actual, vemos como hay países y gobernantes que no sólo no conciben igual sus pretensiones hegemónicas, sino que incluso no dudan en ponerlas en peligro con tal de postergar unos instantes más su presencia en el Poder, y quién sabe si en la Historia.

Islandia, Irlanda, Portugal, Grecia, España…a éstas horas ya Italia, muchos han sido los países que han visto trastocarse sus hegemonías una vez que la tan temida crisis ha malogrado definitivamente sus planes de gestión. Sin embargo, el verdadero drama se fragua a otras alturas, a partir del desastre histórico sufrido por otras instituciones e instancias.

El surgimiento de Europa, me refiero al proyecto de Unión Europea, ese que se apoya en las estructuras económicas generadas para, aprovechándose de su implantación, lograr su propia implementación por todos los países y por el mundo; ve sus objetivos truncados desde el momento en que, por enésima vez, El Sueño Europeo ha de luchar contra la falta de altura de miras de aquéllos dirigentes que consideran el surgimiento de una Europa fuerte como la causa de todos sus males en forma de lo que intuyen como su propia pérdida de poder.

En esencia, Europa nació castrada, y ahora asistimos a la extirpación real de los miembros afectos. Así y sólo así, se le puede otorgar un mínimo de rigor al vulgar comportamiento político del Estado Griego. Al final va a resultar que la teoría acertada en relación a los motivos para el esperpento de amenaza de Referendum hay que buscarla tan sólo en poco menos que una pataleta propia del dirigente del país.

Y con estas mimbres, hemos de hacer el cesto.

Aunque para mimbres, miembros y castraciones, las escenificadas el pasado lunes por D. Alfredo y por D. Mariano. ¿Acaso hemos de creernos que la Política de España les aburre tanto? ¿De verdad va a ser esta la fuerza destinada a promover nuestra salvación como país?

De nuevo, el bipartidismo a ultranza se manifiesta como el mayor problema al que debe hacer causa urgente de solución este país. Sólo así podremos ser dignos en el futuro, de evitarnos espectáculos tan denigrantes para la integridad intelectual de los votantes, (verdaderamente parecen promover abiertamente el comportamiento idiota) en futuras ocasiones. Futuras ocasiones si es que se presentan, porque a día de hoy lo único que queda claro es que Europa sigue adelante en tanto que no hay dinero suficiente para disolverla.

Y mientras, el nuevo toro sigue cogiendo fuerza.

Luis Jonás VEGAS.

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