miércoles, 11 de julio de 2012

PARTIDO POPULAR, EL PRINCIPIO DEL FIN.


Hasta aquí hemos llegado. A estas alturas, lo único que parece estar claro no es ya que el Partido Popular haya puesto en marcha la cadencia propia de las letanías que en Ars Antiqua precedían a los autos fúnebres, es que, como en aquellos casos, bien podemos predecir todos y cada uno de los pasos que a continuación, y de manera inexorable, habrán de darse.

No será tomado por capcioso, y cualquiera que tenga unas mínimas nociones de Política estará conmigo (y el que no las tenga que las sustituya por sentido común) si digo que las disensiones internas no es que estén ya presentes en el seno del Partido Popular. Sí, aunque parezca mentira, los militantes del Partido Popular son personas, y sin duda también tienen derecho a …(iba a decir protestar). Pero no, el refinamiento, una de las pocas cosas que nos diferencia según ellos a los buenos de los malos (nosotros decimos a los malos de los peores), está en que ellos no protestan, ellos disienten. Y la verdad es que disentir es mucho más elegante que protestar. Fíjate, si hasta se trata de un verbo de la tercera conjugación, esa para la que cuando te hace falta un ejemplo tienes verdaderamente que esforzarte. Dónde va a parar. Disentir es bello, hermoso, cálido. Llegados a este punto casi parece extravagante que sea sinónimo de protestar, que por otro lado es mucho más desaliñado.

Pero una vez superada la coña concejil, (ejercicio de cinismo para los oídos más abigarrados), es que lo único que comparten ambos dos, a saber los dos Partidos que monopolizan este insulto de Democracia que nos hemos dado, o supuestamente regalado, reside precisamente los siete primeros capítulos de sus Estatutos de Régimen Interno. Esos precisamente a los que se agarran cuando tienen que enseñarte el camino a la calle, generalmente porque has integrado la verdad en una conjugación que ellos no comparten, que es lo que ha empezado a pasar en la mañana de hoy, en el Congreso de los Diputados.

Memorable Josu ERKOREKA, una vez más, no se trata de que le hayan, que lo han hecho, distinguido en tres ocasiones con el Premio a mejor orador. Es que hoy sinceramente ha obrado de agente, de esos que en los partidos homenaje efectúan el saque de honor. Hoy, ERKOREKA le ha marcado al Sr.RAJOY no ya el camino a los vestuarios, más bien le ha indicado la ruta más corta hasta el parking.
“…Zapatero comenzó a andar su particular camino hacia el fin un diez de mayo, precisamente cuando desde esta misma Tribuna dijo que iba a hacer todo lo que llevaba meses jurando que nunca haría. Hoy. Sr. Presidente, usted ha tenido su diez de mayo.”
De verdad, si quedara el más mínimo resquicio para ello, os invitaría a que interpretaseis las palabras, pero es que, sinceramente, creo que sobran interpretaciones.

Pero lo realmente lamentable no es que La Derecha haya comenzado hoy su desestructuración. Ni siquiera que Mariano se haya suicidado políticamente (permitidme que os recuerde otra “perla”: “…soy un político de Derechas, y sin embargo he nacionalizado un Banco.”) Ahora sí os dejo la interpretación.
Lo verdaderamente terrible, es que el abogado gallego de provincias se ha permitido poner sobre la mesa, o por hablar con más precisión le han obligado, porque de haber sido por él, había comparecido Rita la Cantaora; un paquete de medidas cuya redistribución, más allá de las consecuencias propiamente técnicas que sin duda vienen aparejadas; constituyen la prueba definitiva de la rendición del Estado a otras cosas, a saber, a la Economía.
Porque cuando el gallego hablaba con esa sorna sobre las derechas, y los aspectos ideológicos y programáticos que aparentemente les son propios, lo que estaba haciendo no era sino marcar el terreno de cara a esos para los que tantas y tantas veces actúa, esos que constituyen el núcleo duro de su electorado, y a los que para contentar hace falta, periódicamente, sacrificar algunas almas, por ejemplo de mineros.

Pero para poder hacernos una idea de las consecuencias que sin duda va a tener la comparecencia de hoy, consecuencias que sin duda se podrán analizar tan sólo acudiendo a la perspectiva a lo largo de los días; al gallego no le ha dolido prenda a la hora de marcar con precisión sibilina el camino hacia la completa destrucción del Estado, al menos en el sentido y con la forma con el que hasta el momento algunos lo recordábamos.
Cuando el todavía Presidente del Gobierno de España enunciaba las medidas, recortes, sacrificios…y el resto de eufemismos a los que hemos de echar mano, para comprender la parodia en la que han convertido la acción de gobierno, algunos hemos echado en falta, qué duda cabe, la contraposición con esas las 32 medidas endiabladas con las que Europa se nos regala de cara a recordarnos que “nada es gratuito”, y por supuesto, mucho menos, los 100.000 millones de Euros.
De haberlo hecho, flagrante hubiese sido el menoscabo de la inteligencias de aquéllos que hubieran sometido a colación cuestiones que de otra manera serían más que obivias:
¿De verdad se cree usted, Sr. Presidente, que con los 65.000 millones de Euros que va a recaudar en dos años, será suficiente?
¿Cómo entender, Sr. Presidente, que los intereses a pagar por el préstamo no agravarán la situación?
¿De haber tomado estas medidas al principio de su Legislatura, Sr. Presidente, no es cierto que recortes como los de Sanidad y Educación, podrían haberse evitado?

Con todo ello, y lejos de esperar una respuesta, lo único que queda claro es que el Sistema, tal y como lo conocíamos hasta el momento, ha iniciado un definitivo camino de no retorno que pasa inexorablemente por la eliminación o destrucción de todos aquellos elementos que hasta hoy se habían erigido en garantes del Estado del Bienestar, e incluso del Estado de Derecho (me dirijo a la sentencia que el Alto Tribunal de Estrasburgo ha dictado en relación a la etarra que recurrió la Doctrina Parott).
El Estado Español se ha lanzado hacia una vorágine de autodestrucción que, fundamentada en sus ineptitudes e incompetencias se encuentra aparentemente argumentada a título moral en la convicción expresada por algunos de nuestros gobernantes según los cuales esto es imposible de reconducir si para ello nos limitamos a seguir los cauces normales. Para ellos resulta apremiante la adopción de una serie de medidas, de carácter y condición urgente, las cuales traerán aparejadas, de manera ineludible, la destrucción de los cánones que hasta hoy habían conformado los pilares de nuestro sistema.
La Política queda definitivamente rendida a la Economía, y con ello sus agentes mediadores o inductores son igualmente removidos. El Congreso de los Diputados se convertirá en un Salón de Variedades, en el que mensualmente tendrá lugar la representación de alguna clase de Ópera Bufa, mientras que al alba, protegidos de la molesta chusma, un grupo de preparados por la iluminación, con González PÁRAMO a la cabeza, redirigirán, que no reconducirán, todo el tingado en el que habrán convertido a ésta, la suya España.

¡Qué cruel es la Historia! Abandonaste tus Diputaciones Gallegas convencido de que eras el adalid de Galicia, y retornarás como el cobarde que rindió el Reino a los invasores del Norte. Y de verdad esperemos que en el transcurso de todo ello no te enteres de que parte del dinero del rescate procede de Capital Comunista, sería demasiado cruel incluso para éste que ya se despide.

Luis Jonás VEGAS VELASCO.

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