miércoles, 4 de julio de 2012

DE LA INELUDIBLE CERTEZA DE QUE EL DESMEMBRAMIENTO ES YA MUCHO MÁS QUE UNA SENSACIÓN.


Y entonces Zeus, molesto con Prometeo, no ya por robar el fuego, sino por entregárselo a los hombres, decidió tomarse venganza. Y tal hecho fue plasmado en una mujer, Pandora (la poseedora de todas las gracias). Y Pandora fue enviada a la Tierra, como manifestación de todos los males, que llevaba encerrados en una caja. Pero fue así que Prometeo ka rechazó…

La aceptación a capítulo hoy por parte de la Audiencia Nacional del que a estas alturas ya podemos denominar sin titubeos “Caso BANKIA”, representa, sin el menor género de dudas, la puesta de largo del ya más que evidente desmembramiento de la ficción de Sistema en la que llevamos muchos años inmersos.
Más allá del detonante, a recordar la querella interpuesta por UPyD, que nadie lo dude previo paso por los análisis pertinentes, en pos de impedir el menor atisbo de ridículo, teniendo como garante de viabilidad nada menos que a la Fiscalía Anticorrupción, nos dibuja un nuevo escenario en el que más que venir a dibujar cualquier atisbo de nueva realidad, lo que habremos de ver en los próximos meses será sin duda el proceso por el que muchos de los que hasta el momento eran considerados como realidades y certezas inexcusables del Sistema, son rápidamente borrados, y lo que es peor, borrados de manera evidente.

En un nuevo ejemplo de agravio, de esos a los que este país nos tiene acostumbrados desde el siglo XVII, estructuras y personajes que bien podemos decir representaron sin atavíos el papel de representantes estructurales de la nueva realidad, pasarán ahora a convertirse en los nuevos ejemplos del otro gran catalogador que se ha mantenido fiel a los destinos de España, la chabacanería.

Y es que, la aceptación hoy por parte de la Audiencia Nacional, de la imputación contra BANKIA y sus directivos, no hace sino llevar de manera ahora ya sí ineludible, al Sistema ante los pies de los caballos.
BANKIA era la cuarta entidad financiera del país. Aglutinaba a más de once millones de clientes. Estaba recién salida a Bolsa, circunstancia esta que se había llevado a cabo rodeada de una pompa y un boato que, a día de hoy, no debería sino incrementar si cabe la sensación de miseria que debería estar presente en todos y cada uno de los que tomaron partida de una u otra manera en todo esta jolgorio.

Pero la única certeza es que, a estas alturas de la película, sólo uno, Consejero Delegado, ha visto superada su capacidad de desvergüenza y sonrojo, y ha presentado su dimisión.

El daño inflingido por BANKIA, supera con mucho al daño que estrictamente una entidad financiera puede hacer, o dejar de hacer. Como en una película de humor malo, cuyo guión sólo puede haber sido escrito en un país como España, la caída de la entidad constituye la escenificación final del drama en el que se encontraban inmersos, desde mediados de 2004, todos aquéllos que, de una u otra manera se consideraban actores en la gran parodia en la que se había convertido el ejercicio del Gobierno en el Sistema Autonómico de lo que una vez fue considerada España.
Al humor de la promesa de poder, y de la certeza de riquezas que constituía la Nueva Ley de Suelo aprobada por el Gobierno de José María AZNAR en el transcurso de 1996, una nueva separación de poderes crecía al abrigo en este caso de las nuevas estructuras. Gobiernos Autonómicos, Empresarios y Banqueros, constituían una nueva alianza fruto de la cual surgían las nuevas realidades de España.
La Nueva Idea de España, una vez asumido por todos que la regeneración del debilitado tejido empresarial español (si es que alguna vez existió,) constituía un ejercicio con demasiada repercusión a largo plazo, la nueva apuesta era evidente, ¿Por qué preocuparnos de un “potencial crecimiento”, cuando tenemos acceso a un crecimiento “real y de facto”? ¿O es que hay algo más real que un ladrillo, sobre todo si te pega en la cabeza?

Y así, en un ejemplo inconcebible, y con unas ansias que en este país no se recordaban desde los tiempos de Manuela MALASAÑA, todos y cada uno de ellos unieron esfuerzos en pos de conseguir el nuevo bien común, Pero eso sí, cada uno haciendo de las suyas.
Los empresarios españoles aportaron el coeficiente de realismo imprescindible para vestir de rigor lo que no era sino “vestir de lagarterana” una de esas realidades que han acompañado a este país desde 1925.
Los políticos españoles allanaban el camino. Depuraban los pequeños escollos que ni tan siquiera la interpretación más perniciosa de la nunca suficientemente agradecida “Ley del Suelo de 1996” podía promover.
Los banqueros españoles aportaban el último “coeficiente de verosimilitud”, aportando los mortadelos, los cuales llegaban por igual, tanto a unos como a otros, de los anteriores protagonistas de nuestro melodrama.

El resto podemos leerlo en los cientos de legajos que al respecto constituyen el presente jurídico de la historia reciente del país.

Somos un país asolado por el caciquismo. Éste, y su inseparable compañera de juegos, la mediocridad, componen entre sí el escenario por otro lado imprescindible para que tengan patente de corso actitudes farfulladoras tales como las que son promovidas desde los supuestos movimientos antisistema a saber aquéllos que pretenden acabar con éste desde fuera, supuestamente sin participar del mismo, ¿Para no contagiarse?,
Unos y otros toman parte activa en la conformación de un nuevo escenario caduco, en la medida en que no hace sito repetir normas y procedimientos que se han mostrado caducos y abiertamente insuficientes. Y como eje vertebrador de todos los males, la aparente consecución del adalid de la libertad en España, lo que se resume en la frase “Yo soy apolítico”

Semejante afirmación, no es ya que constituya la derrota definitiva de cualquier atisbo que le quedara al sentido común, que lo hace. Es que viene a poner de manifiesto el drama real que se suscita en España cuando una vez más, hemos de enfrentarnos al desnudo con uno de los grandes dramas de nuestra historia, el que se configura a partir de la concreción de que nuestro país nunca ha tenido claro ni hacia dónde se dirigía, ni mucho menos los esfuerzos que serían imprescindibles para la consecución de tal logro, en tanto que éste aparece como indefinido.

A título de consolidación de fundamentos, en la Grecia Clásica, todo aquél que no participaba voluntariamente de los asuntos de la Polis, esto es, hacía Política; era literalmente considerado un Idiota.
A partir de ese hilo, podemos intentar comenzar a desenrollar la madeja, una madeja que nos lleva a un laberinto, y a un minotauro, que en este caso encierra la perniciosa visión de tener que asistir a la enésima manifestación del Drama Español, manifiesto al ver como son llamados a declarar en calidad de imputados, políticos de todas las tendencias.

No se salva ni uno, parece vivamente una selección. Rodrigo RATO y Ángel ACEBES ostentan no en vano el primer puesto en el escalafón, pero en cualquier caso son seguidos a corta distancia por los ¿Consejeros Delegados? Puestos por PSOE, IZQUIERDA UNIDA, CC.OO Pero si está incluso Arturo FERNÁNDEZ Presidente de los Empresarios de Madrid, y Vicepresidente de la C.E.O.E. Sí, esos que hace poco más de una semana eran palmeros de RAJOY. ¿Podrán mañana ni tan siquiera ejercer de plañideras?
¿Cómo estarán las cosas, cuando hacen bueno a José María CUEVAS?

En definitiva, BANKIA y el destino de sus “Bankieros”, no hace sino poner de manifiesto la eclosión al grado de certeza de una serie de tesis que algunos llevamos años sopesando, según las cuales España no ha estado realmente sometido a la acción perniciosa de una burbuja inmobiliaria, sino que todo el proyecto de país, ha estado realmente inflado. España adolece de una serie de carencia estructurales, cuya existencia se pone ahora de manifiesto al ser comprobada por parte de  todos la incapacidad manifiesta que sufre el país para desenvolverse con unas mínimas dosis de sentido común dentro del nuevo escenario mundial que se plantea.

Una vez más, somos manifiestamente incompetentes a la hora de jugar nuestro papel con un mínimo de solvencia. Pretendemos responder a pregunta nuevas, acudiendo a las respuestas viejas. Y para eso ya no hay tiempo, ni espacio.

Prometeo no aceptó la caja., Pero Pandora no se acongojó. Esperó la llegada de su momento. Entonces encontró a Epitemeo, el cual la abrió, emergiendo de la misma todos los males.

Luis Jonás VEGAS VELASCO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario