miércoles, 26 de octubre de 2011

DE CUANDO EL RUIDO DE LAS TROMPETAS NO HACE SINO ENTORPECER EL SONIDO DE LA RAZÓN.

Y sonaron las trompetas sobre la ciudad de Jericó. El Sumo Sacerdote dio las preceptivas siete vueltas en cada sentido alrededor de las murallas de la ciudad, y lo hizo durante siete días. Al anochecer del séptimo día, las murallas de vinieron abajo, como si de papel estuvieran hechas.

Aproximadamente de esta manera, el Antiguo Testamento narra la caída definitiva de la ciudad de Jericó en manos del asedio a la que fue sometida por el pueblo Israelí (en aquellos lejanos tiempos en los que el Pueblo Judío era invariablemente el que aportaba a los buenos). Una vez más, como en otros múltiples casos, lo que ha trascendido no es sino lo anecdótico, en tanto que cuando la gente asocia la caída de las murallas, lo hace situando a las trompetas como responsables. Sólo con posterioridad a una lectura sosegada del relato, podemos finalizar que lo que supuestamente derriba las murallas no es sino la procesión que el denominado por la Tradición Judeo-Cristiana como Arca de la Alianza, conteniendo los denominados tabottats, a saber las dos tablas que Moisés recogió en el monte, conteniendo las leyes que Dios (Jehová) le entregó a modo de guía. Y en el interior del Arca, lo más importante, lo que convertía en exclusivo, en el pueblo elegido, al Pueblo de Israel, el conocimiento y tenencia del verdadero nombre de Jehová.

A pesar de todo, y pese a lo verdaderamente romántico del relato, se tome en la postura en que se tome; la razón se impone en forma de realidad. Así, adoptando la forma de excavación arqueológica, los últimos designios vienen a demostrar que en la realidad de Jericó, o más concretamente en la de sus murallas, tuvo lugar uno de los experimentos más importantes de zapa de la Historia de la Humanidad, que tuvo como resultado nada menos que el desmoronamiento de una de las construcciones más importantes de la época, mediante la acción conjunta del fuego, la paja húmeda, y el uso de bombas de agua.

Y es así, a través del símil, como hemos de aproximarnos a las reacciones suscitadas por el comunicado de renuncia a la violencia, recientemente emitido por ETA. Verdaderamente, resulta ensordecedor, como en el caso de las trompetas en Jericó, el ruido que se está generando. Evidentemente, de necios hubiera resultado el esperar reacciones sensatas, cuando no abiertamente silenciosas, ante un hecho de tamaña circunstancia. Sin embargo es lamentable, cuando no totalmente denigrante para aquellos que han de sufrirlo, el ver como cada día es más patente y evidente que hay gente a la que esto le ha pillado a contrapié, es que de verdad necesitan de ETA para sobrevivir.

Y no les voy a poner en el brete de tener mucho que pensar. Me estoy refiriendo a esos políticos nacionales que aceptan cargos de Presidencia de partidos que, si bien siempre supieron que nunca llegarían a ninguna parte, el ascenso definitivo del nacionalismo moderado les deja definitivamente fuera de toda aspiración a ocupar la Lehendakharía. Me refiero a todos esos periodistas con aspiración a redactar en algún momento el Discurso de Aceptación del Cargo de Presidencia del Gobierno en manos de los siempre leales amigos, y me refiero también a esos presidentes de asociaciones varias que caciquean con el poder, cuando en realidad el miedo a la responsabilidad les impide asumir las consecuencias de enfrentarse al ejercicio democrático de las urnas.

Así, en definitiva se va confeccionando un espacio complejo, lleno de trampas, en el que como pareció desprenderse de la intervención del oyente de la semana pasada, de verdad resulta imprescindible separar la acción de ETA, de las consecuencias políticas que de la misma resultara en futuras derivadas. Pero como se da el caso de que algunos somos groseramente dados a hacer y a decir virtualmente lo que nos da la gana, pues seguiremos diciendo que las consecuencias, no ya del comunicado, sino de las reacciones que este ha suscitado, son verdaderamente vergonzosas. No se trata ya de que los respectivos líderes, en sus respectivos cargos (cargos que han de defender no lo olvidemos), digan cosas que nos resulten incomprensibles, sino abiertamente dañinas, como es el caso de la afición al anacronismo en la que se ha instalado MAYOR OREJA, hago referencia expresa al terrible error que suponen manifestaciones como las acaecidas el pasado fin de semana en una aparición del Candidato del PP a la Presidencia, D. Mariano RAJOY; en el transcurso del cual, cuando hablaba en relación al Comunicado de ETA, y lo hacía con mesura, era abiertamente abucheado por muchos de los presentes, los cuales, no lo olvidemos constituyen la inmensa masa de votantes abiertamente declarados del PP, en definitiva ese 14% de elemento reaccionario al que tantas veces hago referencia.

Semejantes acontecimientos, debidamente ordenados, o no, no vienen sino a poner de manifiesto el que a la sazón constituye uno de los mayores peligros a los que se enfrenta la Democracia, un peligro que más bien tiene que ver con la forma de entender la Política de bases de la que han hecho gala nuestros dirigentes. Este país es, ante todo, un país complicado, como muestra, basta hacer el ejercicio de coger un mapa, y trazar una línea imaginaria o no, que vaya desde El Ferrol hasta Punta Tarifa, por no hablar ya del extrarradio canario. Cualquiera que sea capaz de unir mentalmente ambos puntos, a la par que encuentra un par de circunstancias que hagan felices dos cualesquiera de los territorios recorridos, será alguien verdaderamente merecedor de un premio, a la constancia, y a la capacidad de perseverancia.

Con este panorama, no resulta complicado echar la vista atrás, y volver a esos tiempos de Campañas Electorales en los que abiertamente todo valía. Tiempos en los que lo que primaba definitivamente era el dar caña, convertir la Campaña Electoral en un proceso encaminado a juzgar, sentenciar y a ser posible ejecutar al contendiente.

Y aunque el tiempo ha pasado, y las formas de hacer y entender política lo han hecho con ese tiempo, a algunos se les ha olvidado recordarles a sus bases que la época en la que la pasión ganaba elecciones, afortunadamente ha quedado vinculada al recuerdo. Que hoy estamos instalados en los tiempos en los que dar cuartel al rival es muestra de respeto, un respeto que ha demostrado ser la mejor de las armas, aquella que, aún volviéndose contra uno, no hace sino mejorar la vida de todos.

Pero no, desgraciadamente no ha sido posible. Hemos tenido que ver las imágenes de los exacerbados que, convencidos además de que cumplían con su papel, siendo por ello merecedores de un bocadillo y un refresco a la salida del acto, boicoteaba un acto de su Presidente, a la par que Candidato a la Presidencia del Gobierno. Un acto en el que, como había pasado unas horas antes, en la declaración posterior al Comunicado de ETA, algunos creímos reconocer la mano de alguien que fue Ministro del Interior.

Aunque para metedura de para conceptual, la de la Sra. MATO en el programa del nunca suficientemente valorado Sr. LUCAS, en Radio Nacional de España. Puede que todo comenzara cuando el aludido preguntó directamente a la excelsa si el puesto de nº 3 por Madrid constituye alguna clase de compensación por los méritos contraídos. De ahí a los nervios hay un paso, Y tal vez fuera ese estado de nervios lo que provocara las declaraciones según las cuales todo hacía presagiar que la llegada al poder del PP traería consigo una revisión de la prestación por desempleo. Otro ejemplo más de que, tal y como dijo el nunca suficientemente valorado W. CHURCHILL, en Política, la única improvisación válida es la improvisación preparada.

Aunque para improvisación, aquella que parece presidir últimamente las acciones de los Elementos con capacidad de decisión de la UE. El miedo implícito, junto a la cobardía en la que se instalan aquellos a los que las responsabilidad les pesa mucho, termina por convertir en algo impredecible la acción de intentar buscar algún sentido a la labor del ECOFÍN cuando no abiertamente la de cualquiera de los políticos, analistas o demás que tenga la menor responsabilidad en las dirección de cualquiera de los elementos sometidos a estas disquisiciones económicas. A estas alturas no se trata ya de saber si Grecia podrá o no saldar su deuda, sino de saber cuánto nos va a costar realmente, y hasta que punto el torpedo en la línea de flotación de Europa no ha dado traste con el Sueño Europeo, o abiertamente se ha llevado por delante todas y cada una de las proyecciones europeas.

Y mientras, seguimos anunciando unas reuniones, a la par que cancelamos otras por sorpresa, siguiendo la técnica de la novia que se hace desear. El único detalle es que, llegados a este punto, al novio puede que se le acabe la paciencia.

Luis Jonás VEGAS VELASCO.


No hay comentarios:

Publicar un comentario