Resulta espectacular, por no decir que altamente
satisfactorio, comprobar cómo, día a día, la capacidad de sorpresa de la que es
capaz de hacer gala el individuo común, se ve rápidamente superada, bastando
con ello el proceder más o menos atento en forma de atenta observación para con las conductas del común que nos rodea;
consolidando con ello la paradoja de ver cómo semejante hecho, consolida a su
vez el aumento de la mencionada capacidad.
Así, solo así, podemos en la mayoría de ocasiones no ya
llegar a comprender, a lo sumo bastará con llegar a ubicar, la forma de proceder del mencionado común, una vez que el individuo objeto en este caso de nuestro
estudio, considera absolutamente
superados todos y cada uno de los límites que una vez dieron lugar a lo que
él mismo llegó a considerar como una verdaderamente
seria capacidad de comprender el mundo que le rodeaba.
Y es entonces cuando, una vez transcurrido el periodo mínimo
necesario para llegar a encajar la realidad. Periodo mínimo necesario para en la
mayoría de los casos asumir la
peculiaridad del mundo que le rodea, y del que aunque solo sea accidentalmente
forma parte; es entonces que llega agosto, y lo hecha todo a perder.
Porque no es ya que sea agosto el mes en el que una
situación jurídica de la que depende tu estabilidad, cuando no abiertamente tu
economía, pueda pararse sencillamente porque agosto no es lectivo. No es ya que un trámite burocrático para con
la sempiternamente temida Hacienda
Pública pueda irse al garete, no
tanto por tu falta de voluntad para solucionarlo, como sí más bien porque la
funcionaria que te lo tramitó durante meses se encuentra ahora disfrutando de
sus sin duda merecida vacaciones; es que descubrimos con desazón que no hay nadie en toda la entidad que pueda
repescar el expediente, el cual habrá
de dormir el sueño de Los Justos de Abraham, en tanto que la funcionaria
duerme sus siestas estivales…
Pero en fin, sinceramente, ¿qué podemos en realidad
achacarle a nadie, cuando el mismísimo RAJOY se permite el lujo de cerrar el país por vacaciones?
Aunque de verdad, ya puestos, en lugar de cerrar por vacaciones, podía más bien cerrar por reformas.
Reformas como la aprobada la semana pasada, con la que ha
venido a poner literalmente patas arriba las
estructuras municipales. Todo ello en un país que adolece de una conocida
incapacidad burocrática, la cual se ha traducido siempre en una más que
dolorosa relación entre el Pueblo y la Administración. Relación ésta que en la mayoría
de ocasiones se ha encargado de suavizar la Administración Local , haciendo uso del cajón de
sastre que éstos rápidamente han pasado a denominar competencias impropias. ¿No se tratará más bien de un uso de incompetencia propia, la suya?
Reformas como la de la Transparencia
en Materia Presupuestaria. Otra de las Joyas
de la Corona, a la sazón defenestrada por la, más que aprobación,
concesión, sufrida con la
denominada Ley de Déficit “a la carta”.
Pero la verdad es que no pasa nada, más bien no puede pasar
nada, cuando todavía resuenan en nuestros por otro lado educados oídos, los ecos de la más
que gloriosa intervención del Sr. Presidente ante el Pleno del Congreso.
Glorioso fue el fin de la cita, antes
de desearse todos, sin dejarse a ninguno, unas más que felices vacaciones
porque este año, sin duda, se lo han currado.
Aunque para cita, la
que el malote del Sr. Juez RUZ les ha
puesto a algunos de los dirigentes del Partido Popular. Lo escribo literalmente
con todas las letras porque, visto lo visto, o mejor dicho, oído lo oído, a
algunos tertulianos de radio les cuesta verdaderamente llegar a asumir que,
efectivamente, altos dirigentes y cargos
del, reitero, Partido Popular, habrán de asistir a mediados de este mes de
agosto no tanto a clases particulares, como sí a una cita en la que, más que
previsiblemente les sigan quedando varias
para septiembre.
Pero que no se preocupen porque, como el otro día muy
gráficamente explicó el propio Sr. Presidente, en este país uno tiene derecho a mentir, cuando no a cambiar de
versión. Lo de las concesiones de basura en Toledo, ¿es una versión, o es
original, y con subtítulos?
Pero que nadie se preocupe, que nos veremos en septiembre.
Porque de ello no nos libra ni la Ley WERT. Un septiembre que
verá cómo no solo los jóvenes habrán de dejar de estudiar por no poder
costearse objetivamente las matrículas, sino que incluso tendrá otra edición de
lo que desde 1996 se viene llamando Universidad
de la Experiencia, y que en este caso se regodeará mostrando en clase de economía doméstica la manera de
sobrevivir de un Pensionista Medio una
vez que el Gobierno lleve a cabo la tan esperada reforma de la Ley de Pensiones.
Así que, de las cuatrimestrales
ni hablamos.
Pero de lo que no me resisto a hablar, es de esos Primeros Ediles que, ni cortos ni
perezosos hacen buena la aseveración de aquél político argentino que afirmó
someramente que…desgraciadamente, la
yeguada está flaca.
Está flaca, literalmente, porque adolece de una imperdonable
ausencia de músculo político. Y lo
peor es que la causa de tal hecho, ha de ser buscada precisamente en uno de
esos hechos de los que por otro lado más orgullosos nos sentimos. Nada más y
nada menos que la por otro lado tan querida Transición.
Es la Transición, no ya tanto en sí misma, como sí más bien
en su proceder, y en el efecto que causa; un ente asumible desde la misma
perspectiva desde la que muchos asumimos la existencia de los billetes de 500
euros. Todos hemos oído hablar de ellos, más son muy pocos los que
verdaderamente pueden presumir de haber sido objeto del tacto de alguno de
ellos.
Volviendo a la realidad, e incluso si se atreven, o más bien
si les apetece a la seriedad, podremos llegar a afirmar que el distanciamiento del español de calle para
con el proceso de transición en general, posibilitó una vez más el logro de
otro de los grandes padecimientos que España tiene. El ver cómo la mayoría de
sus ciudadanos ceden gustosos el valor de su opinión, a una serie de
gobernantes que, al contrario de lo que pasa en la mayoría de sociedades
desarrolladas que nos rodean, no han tenido que demostrar a nadie, al menos no
a nadie de manera seria, su valía en alguna disciplina externa.
Consolidamos con ello la certeza del drama que para España y
su política constituye el Político
Profesional. Me refiero a aquél que desde joven, desde que literalmente era un cachorro, en el caso
que nos ocupa en Juventudes, o en Nuevas
Generaciones, se ganaba el “respeto” de su Secretario de Organización, en
la mayoría de ocasiones pegando carteles
en las campañas electorales. Cierto es que algunos tenían que madrugar más
que otros.
Sarcasmos y/o cinismos aparte, lo que vengo a poner de
manifiesto es otra de esas grandes paradojas que llevan a un país como el
nuestro a mandar a sus Fuerzas Armadas a
miles de kilómetros a defender la democracia,
cuando en su propio territorio imperan las ficciones de las listas cerradas. Suerte
que como dijo CHOWMKIS, El ejército está
para defender la Democracia, no para practicarla.
Y es así que una vez inmersos en esta inmensa ciénaga, que uno tiene verdaderamente grandes problemas
para no salir enfangado. Así, ver
cómo se las gasta el Équite Municipal, ciertamente
no resulta muy gratificante. De ahí que, en un momento de enajenación facciosa
transitoria, uno pueda llegar a poner en duda, y lo peor de todo es que lo haga
argumentadamente, la certeza de que, verdaderamente, sea bueno que cualquiera
pueda elegir y ser elegido en un proceso
electoral.
Y de verdad que resulta si cabe menos gratificante la
aportación que a tal causa llevan a cabo, no sabemos si de manera consciente o
inconsciente, pero sin duda poco meditada; Primeros Ediles como en este caso la Sra. Alcaldesa
del Excmo. Ayto. de Arenas de San Pedro
la cual, ni corta ni perezosa, gusta de ordenar la retirada de cuadros alusivos
en el caso que nos trae aquí a BÁRCENAS.
Interrogada sobre el hecho, una vez que el sonrojo ha
superado el ámbito incluso regional, para convertirse en chanza nacional (épica la entrevista en La Sexta), a la ínclita no
le duele prenda en reconocer la acción motivada en una llamada procedente del
Partido.
Al razonamiento subsiguiente, se le llama silogismo. No nos detendremos a analizar
sus concepciones filosóficas. Nos limitaremos a decir que en términos políticos
tiene una sola traducción, citando para ello a CELA. “llegados a ese punto, o estás jodido, o en vías de estarlo.”
En resumidas cuentas, y sin llegar a entrar en Gibraltar.
Agosto. ¡Qué gran mes para perderse!
Luis Jonás VEGAS VELASCO.
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