miércoles, 7 de agosto de 2013

DE LA “OPERACIÓN MALVINAS” A AGOSTOS INCONFESABLES, PASANDO POR “EL CUADRO DE BÁRCENAS”.

Resulta espectacular, por no decir que altamente satisfactorio, comprobar cómo, día a día, la capacidad de sorpresa de la que es capaz de hacer gala el individuo común, se ve rápidamente superada, bastando con ello el proceder más o menos atento en forma de atenta observación para con las conductas del común que nos rodea; consolidando con ello la paradoja de ver cómo semejante hecho, consolida a su vez el aumento de la mencionada capacidad.

Así, solo así, podemos en la mayoría de ocasiones no ya llegar a comprender, a lo sumo bastará con llegar a ubicar, la forma de proceder del mencionado común, una vez que el individuo objeto en este caso de nuestro estudio, considera absolutamente superados todos y cada uno de los límites que una vez dieron lugar a lo que él mismo llegó a considerar como una verdaderamente seria capacidad de comprender el mundo que le rodeaba.

Y es entonces cuando, una vez transcurrido el periodo mínimo necesario para llegar a encajar la realidad. Periodo mínimo necesario para en la mayoría de los casos asumir la peculiaridad del mundo que le rodea, y del que aunque solo sea accidentalmente forma parte; es entonces que llega agosto, y lo hecha todo a perder.
Porque no es ya que sea agosto el mes en el que una situación jurídica de la que depende tu estabilidad, cuando no abiertamente tu economía, pueda pararse sencillamente porque agosto no es lectivo. No es ya que un trámite burocrático para con la sempiternamente temida Hacienda Pública pueda irse al garete, no tanto por tu falta de voluntad para solucionarlo, como sí más bien porque la funcionaria que te lo tramitó durante meses se encuentra ahora disfrutando de sus sin duda merecida vacaciones; es que descubrimos con desazón que no hay nadie en toda la entidad que pueda repescar el expediente, el cual habrá de dormir el sueño de Los Justos de Abraham, en tanto que la funcionaria duerme sus siestas estivales…

Pero en fin, sinceramente, ¿qué podemos en realidad achacarle a nadie, cuando el mismísimo RAJOY se permite el lujo de cerrar el país por vacaciones?

Aunque de verdad, ya puestos, en lugar de cerrar por vacaciones, podía más bien cerrar por reformas.
Reformas como la aprobada la semana pasada, con la que ha venido a poner literalmente patas arriba las estructuras municipales. Todo ello en un país que adolece de una conocida incapacidad burocrática, la cual se ha traducido siempre en una más que dolorosa relación entre el Pueblo y la Administración. Relación ésta que en la mayoría de ocasiones se ha encargado de suavizar la Administración Local, haciendo uso del cajón de sastre que éstos rápidamente han pasado a denominar competencias impropias. ¿No se tratará más bien de un uso de incompetencia propia, la suya?
Reformas como la de la Transparencia en Materia Presupuestaria. Otra de las Joyas de la Corona, a la sazón defenestrada por la, más que aprobación, concesión, sufrida con la denominada Ley de Déficit “a la carta”.

Pero la verdad es que no pasa nada, más bien no puede pasar nada, cuando todavía resuenan en nuestros por otro lado educados oídos, los ecos de la más que gloriosa intervención del Sr. Presidente ante el Pleno del Congreso. Glorioso fue el fin de la cita, antes de desearse todos, sin dejarse a ninguno, unas más que felices vacaciones porque este año, sin duda, se lo han currado.

Aunque para cita, la que el malote del Sr. Juez RUZ les ha puesto a algunos de los dirigentes del Partido Popular. Lo escribo literalmente con todas las letras porque, visto lo visto, o mejor dicho, oído lo oído, a algunos tertulianos de radio les cuesta verdaderamente llegar a asumir que, efectivamente, altos dirigentes y cargos del, reitero, Partido Popular, habrán de asistir a mediados de este mes de agosto no tanto a clases particulares, como sí a una cita en la que, más que previsiblemente les sigan quedando varias para septiembre.
Pero que no se preocupen porque, como el otro día muy gráficamente explicó el propio Sr. Presidente, en este país uno tiene derecho a mentir, cuando no a cambiar de versión. Lo de las concesiones de basura en Toledo, ¿es una versión, o es original, y con subtítulos?

Pero que nadie se preocupe, que nos veremos en septiembre. Porque de ello no nos libra ni la Ley WERT. Un septiembre que verá cómo no solo los jóvenes habrán de dejar de estudiar por no poder costearse objetivamente las matrículas, sino que incluso tendrá otra edición de lo que desde 1996 se viene llamando Universidad de la Experiencia, y que en este caso se regodeará mostrando en clase de economía doméstica la manera de sobrevivir de un Pensionista Medio una vez que el Gobierno lleve a cabo la tan esperada reforma de la Ley de Pensiones.

Así que, de las cuatrimestrales ni hablamos.

Pero de lo que no me resisto a hablar, es de esos Primeros Ediles que, ni cortos ni perezosos hacen buena la aseveración de aquél político argentino que afirmó someramente que…desgraciadamente, la yeguada está flaca.

Está flaca, literalmente, porque adolece de una imperdonable ausencia de músculo político. Y lo peor es que la causa de tal hecho, ha de ser buscada precisamente en uno de esos hechos de los que por otro lado más orgullosos nos sentimos. Nada más y nada menos que la por otro lado tan querida Transición.
Es la Transición, no ya tanto en sí misma, como sí más bien en su proceder, y en el efecto que causa; un ente asumible desde la misma perspectiva desde la que muchos asumimos la existencia de los billetes de 500 euros. Todos hemos oído hablar de ellos, más son muy pocos los que verdaderamente pueden presumir de haber sido objeto del tacto de alguno de ellos.

Volviendo a la realidad, e incluso si se atreven, o más bien si les apetece a la seriedad, podremos llegar a afirmar que el distanciamiento del español de calle para con el proceso de transición en general, posibilitó una vez más el logro de otro de los grandes padecimientos que España tiene. El ver cómo la mayoría de sus ciudadanos ceden gustosos el valor de su opinión, a una serie de gobernantes que, al contrario de lo que pasa en la mayoría de sociedades desarrolladas que nos rodean, no han tenido que demostrar a nadie, al menos no a nadie de manera seria, su valía en alguna disciplina externa.
Consolidamos con ello la certeza del drama que para España y su política constituye el Político Profesional. Me refiero a aquél que desde joven, desde que literalmente era un cachorro, en el caso que nos ocupa en Juventudes, o en Nuevas Generaciones, se ganaba el “respeto” de su Secretario de Organización, en la mayoría de ocasiones pegando carteles en las campañas electorales. Cierto es que algunos tenían que madrugar más que otros.

Sarcasmos y/o cinismos aparte, lo que vengo a poner de manifiesto es otra de esas grandes paradojas que llevan a un país como el nuestro a mandar a sus Fuerzas Armadas a miles de kilómetros a defender la democracia, cuando en su propio territorio imperan las ficciones de las listas cerradas. Suerte que como dijo CHOWMKIS, El ejército está para defender la Democracia, no para practicarla.

Y es así que una vez inmersos en esta inmensa ciénaga, que uno tiene verdaderamente grandes problemas para no salir enfangado. Así, ver cómo se las gasta el Équite Municipal, ciertamente no resulta muy gratificante. De ahí que, en un momento de enajenación facciosa transitoria, uno pueda llegar a poner en duda, y lo peor de todo es que lo haga argumentadamente, la certeza de que, verdaderamente, sea bueno que cualquiera pueda elegir y ser elegido en un proceso electoral.

Y de verdad que resulta si cabe menos gratificante la aportación que a tal causa llevan a cabo, no sabemos si de manera consciente o inconsciente, pero sin duda poco meditada; Primeros Ediles como en este caso la Sra. Alcaldesa del  Excmo. Ayto. de Arenas de San Pedro la cual, ni corta ni perezosa, gusta de ordenar la retirada de cuadros alusivos en el caso que nos trae aquí a BÁRCENAS.
Interrogada sobre el hecho, una vez que el sonrojo ha superado el ámbito incluso regional, para convertirse en chanza nacional (épica la entrevista en La Sexta), a la ínclita no le duele prenda en reconocer la acción motivada en una llamada procedente del Partido.
Al razonamiento subsiguiente, se le llama silogismo. No nos detendremos a analizar sus concepciones filosóficas. Nos limitaremos a decir que en términos políticos tiene una sola traducción, citando para ello a CELA. “llegados a ese punto, o estás jodido, o en vías de estarlo.”

En resumidas cuentas, y sin llegar a entrar en Gibraltar. Agosto. ¡Qué gran mes para perderse!



Luis Jonás VEGAS VELASCO.

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