miércoles, 17 de julio de 2013

DE NUEVO, CROMWELL

Me dispongo un día más a enfrentarme a esta tarea como siempre libremente asumida, otrora agradable por naturaleza, y hoy, si cabe, algo más que laboriosa, como resulta de la constatación expresa que revierte de saber que, por primera vez en muchos años, no ya solo no las respuestas, sino incluso la reformulación correcta de las preguntas, ya no se halla al alcance de todos, esto es, en los libros.

Acudo así como ni puede ni debe ser de otra manera, a lo libros, en pos como digo no ya de las respuestas, sino más bien o tan siquiera en pos de los protocolos desde los que enarbolar una mínima por cuando menos responsable posibilidad de reubicación de la realidad; cuando me topo de frente con la cruda realidad, la cual adopta en este caso y para mi sonrojo, forma de cita directamente extractada de la hemeroteca. O para ser más exactos del nutrido fondo de armario en el que parece haberse convertido la hasta cuando menos ayer, bien repleta biblioteca de la caverna, escrita, como no puede ser de otra manera, en cavernario.

Es así que leo lo siguiente:

¿Cuál es el problema aquí? Que la gente en este país, gente que está rebuscando en la basura para comer, gente que ya se ha quedado sin ninguna ayuda porque se le ha acabado el paro, gente que lo está pasando muy mal, ve que hay un Gobierno que les ha llevado a la ruina pero que, por el otro lado, no hay nadie que les saque a protestar.”

Estas palabras, pronunciadas por D. Luis DEL PINO, podrían ser objeto, o más bien formar parte de cualquier análisis de actualidad, llevado a cabo todo él desde las más profundas y a la sazón convincentes bases; de no ser porque de otro lado, han de ser catalogadas como ciertamente premonitorias, al haber sido pronunciadas el 19 de mayo…¡DE 2011!

Siguiendo, eso si desde la mesura, con el exhorto fundado en el ataque de verbigracia en el que algunos de los integrantes del cuarto poder se encontraban sumidos hace algún tiempo, citaremos ahora, y lo haremos expresamente, a la nunca y tal vez suficientemente valorada azote del mal comunista. Me refiero a Isabel San SEBASTIÁN quien en febrero de 2010, se despachaba a gusto:

España es una leprosa cuyas campanillas de alerta (paro, deuda y déficit disparado) ahuyentan a cualquier dirigente que aspire a mantenerse libre del contagio. Somos los apestados de Europa. La “s” de los cochinos (pigs) que lastran la recuperación. Náufragos a la merced de las ocurrencias de un irresponsable.”

¿Cabe acaso, hoy por hoy, hacer algún apunte o matización? Pero si hasta la OCDE ha venido hoy mismo a dar validez científica al como por otro lado todos, sesudo comentario. Así, la previsión que de cara a la expectativa de paro para el año que viene sitúa nuestra tasa de desempleo para el 2014 en casi el 30%. Sí, definitivamente ya ni Grecia va a ser tan pig como por otro lado todo apunta a pensar que lo seremos nosotros.

Y ahora, si de verdad tienen tiempo y ganas, díganme si de verdad no es para sentir cuando menos, un atisbo de recelo.

Las citas traídas a colación no lo son ciertamente ni por su aparente grandilocuencia, ni por supuesto por el grado de aseveración que las mismas pudieron o no causar (vistas ciertamente con perspectiva, el grado de evidente envejecimiento de las mismas no es superado sino por las arrugas que en torno de los marcos oculares se comienzan a observar en los sendos autores.)
La causa de la colación ha de ser buscada ciertamente, en el estupor que me causa comprobar el efecto que por otra lado se suscita al ponerse de manifiesto, en los últimos tiempos con una intensidad verdaderamente inusitada, la importancia de los medios de comunicación, y de respectivamente, las líneas editoriales defendidas.

No entraremos por supuesto a discutir el derecho de adscripción ideológica del que todo el mundo y ninguno puede hacer gala. Sin embargo, y acudiendo para ello a cuestiones de racionalidad de protocolo, alejadas pues de las cuestiones ligadas al pensamiento, y por ende a lo ideológico; si que por otro lado nos parece licito resaltar el marcado abrazo al nihilismo que algunas cabeceras, Radios y Cadenas de TV están llevando a cabo en los últimos tiempos.

Llega pues el momento de ir centrando el tema, que a nuestro entender puede verse así trenzado:
¿Resulta pues lícita la absoluta absorción por ósmosis de la que algunos medios hacen gala?

Accediendo en la medida de lo posible a la Terminología de lo General de la que por otro lado la naturaleza hace permanente gala, doremos que el posicionamiento por ende natural de cara a lograr desplazamientos y movimientos, que de cara a lo que nos compete se traduzcan en este caso en beneficios evolutivos; pasa inexorablemente por la constatación y mantenimiento de los gradientes.

Gradientes son las diferencias de potencial que permiten el establecimiento de corrientes eléctricas. Gradientes son la diferencia de temperatura que provoca las corrientes marinas.
En esencia es el gradiente lo que provoca, en la medida en que abiertamente posibilita, el logro de dinámicas de cambio dentro de todo proceso ligado a la naturaleza. Dinámicas que, por otro lado se ven desfallecer en la medida en que fuerzas externas, y por ende artificiales, abogan abiertamente por la destrucción de las mismas asociando de manera tramposa y chantajista, el suceso de una inútil sociedad manifiestamente manipulada en pos del estatismo, como resultado de lo que se vendió como evidente ventaja de la paz social.

Porque en definitiva viene a resultar casi evidente que tan solo desde la inusitada defensa de las dos variables enunciadas, a saber flagrante participación de los Mass Media, auspiciados por las fuerzas de poder respectivamente interesadas, puede entenderse el tratamiento que de asuntos como el Caso BÁRCENAS se están llevando a cabo.

De que a estas horas no es que ya no haya dimitido el Sr  Presidente del Gobierno, sino de que ni tan siquiera lo haya hecho uno solo de los Ministros, aunque sea auspiciado por la indudable sensación de asco que tiene que provocar el intuir aunque solo sea el grado de sospecha que ahora mismo se cierne sobre todo el Gobierno, Debería por sí solo resultarnos representativo de cara a relatarnos a nosotros mismos el nivelazo que retrata a la caterva desde cuyo consentimiento todos nos pronunciamos, y cuyo mantenimiento a todos, por otro lado nos retrata.

Es entonces cuando procedo a avalar las opiniones de los ingentes Del PINO y San SEBASTIÁN, procediendo no obstante a integrarlas en otra cita, por otro lado mucho más antigua:

“No ocurría allí que el universo moral se hubiera podrido. Se había invertido, convirtiéndose en una especie de agujero negro, a causa de la presión de toda la maldad de la tierra. Era un abismo que absorbía y vaporizaba la historia, donde el lenguaje fluía vuelto del revés. (…) Moll, a quien correspondía la labor de introducir los cristales por el techo de los sótanos solía gritar a sus asistentes: -Vamos, les daremos algo para masticar.

¿Va ser en verdad que a tan poco somos de digno merecer?



Luis Jonás VEGAS VELASCO.

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