Y si bien lo peor de todo no tiene por qué ser eso, de hecho
tal situación a priori no tendría ni que ser ciertamente mala; lo cierto es que
una vez más lo dantesco, lo inmoral, y por ende lo cínico, hay que buscarlo en
que para lograr la plena comprensión de lo que para todos (en Europa) es ya un
hecho, aquí en España hemos necesitado de acudir a los informativos extranjeros
para ser del todo conscientes.
Dada la consideración del hecho, la cual espero sea
suficientemente valorada a partir de la lista de adjetivos empleada en pos de
lograr cuando no su descripción, sí al menos una modesta aproximación; lo
cierto es que sin ánimo de reiteración, mas sí cuando menos de merecida
contextualización; hechos tan chabacanos y soeces como para merecer la sarta de
apelativos ya mencionados, entre los que no me resisto a traer de nuevo a
colación como son los propios de lo dantesco, y por supuesto, lo de inmoral;
sirven por sí solos no tanto en este caso para describir un hecho y el contexto
que le es propio, como por supuesto el tamaño de la arpillera de aquél que está
llamado a ser reconocido como su protagonista.
D. Cristóbal MONTORO, eminencia económica para unos, bufón
de corte cuando no protagonista de Sainete
para otros, y ahora mismo no dispongo de los argumentos necesarios para
decidir quién tiene o no razón a la hora de atribuirse la descripción más
acertada; cuenta desde hoy con el dudoso honor de haberse convertido en el
encargado de haber dado el pistoletazo de
salida a la que probablemente sea la última escenificación de este Patio de Monipodio, en el que por otra
parte corren como pollos sin cabeza, los
integrantes de este gran desaire, en el que para absoluto desaire de la Verdadera Política , han convertido los responsables de gobernar este país.
Desde el refugio misericorde en el que se instituye la por
otro lado inmisericorde crisis económica
en la que nos hallamos (o en la que nos han,) sumido, unos y otros,
mostrando de manera avezada el que supone su común denominador, a saber su absoluta falta de respeto al
ciudadano, la cual se pone de manifiesto con su permanente incapacidad para descender al mundo de los mortales; lo
cierto es que una vez más la Economía, a saber el último resquicio que en
apariencia le queda a la Justicia, se pasea si no se pavonea acaparando todos y
cada uno de los focos, todos y cada uno de los espacios, dando fe desde el más
absoluto de los pragmatismos de que, efectivamente tal y como algunos nos
temíamos, la Economía ha terminado por usurpar, uno a uno, todos los espacios
que le quedaban al resto de las acciones que a saber le eran propias al Hombre.
Y por ello, ya tal vez solo por ello, cuanto más lo pienso
más lógico me parece que efectivamente, sea uno de los ministros del ramo de las finanzas, porque de eso se
trata, de la cesión directa a la pleitesía hacia las finanzas, quien nos dé las
noticias.
Porque no se trata solo de que la Política haya muerto. Se
trata de que en un cínico ejercicio de madurez, el recurso ha sido optimizado al máximo, sustituyendo de
manera instantánea el espacio que le era propio, por un nuevo escenario en el
que las cifras sustituyen a las palabras, en el que el ruido de las
calculadoras sustituye a la oratoria, y en el que, definitivamente, los
contables erradican a los políticos.
La suerte está echada. Y no porque el Club Bilderberg en su informe relativo al primer trimestre haya
vertido, que no dejado caer, entre
sus conclusiones, que España es hoy por hoy un país prescindible, sencillamente porque el Turismo y el Sistema
Financiero, a la sazón y siempre según su inestimable consideración los
constituyentes de su única fuente de recursos, no sean viables a corto plazo.
Tampoco porque la Balanza Comercial Exterior , esto
es, la que se compone a partir de la comparación entre lo que compramos y
vendemos al extranjero, haya vuelto efectivamente a arrojar un saldo neto negativo en el primer trimestre
del año…
No, definitivamente no tiene que ser por eso. La suerte está
echada porque hemos permitido que sea alguien de la Rama de Economía sea el encargado de recordarnos que,
efectivamente, el Partido Popular, el partido que gobierna, está a punto de
enfrentarse a su primera cita electoral interna desde que gobierna, o más bien
desde que desgobierna. Y naturalmente, hay que prepararse para la ocasión.
Y qué mejor manera de hacerlo, que con la exhibición propia
del boato y el esplendor propio de toda una Reforma
del Régimen Fiscal y Tributario. ¡Por Zeus
que la ocasión lo merece!
Tal y como sucede con un frac
bien planchado, el porte no lo da el traje, sino el saber llevarlo. Y como
en tales casos, el portador de la indumentaria raras veces es digno de la misma. De tratarse de un
momento normal, tal vez nos apetecería seguir la carta de la adulación, y
expresar así nuestro bienestar al respecto de alguien que, creyendo ir vestido
con un traje transparente, no es capaz de discernir que en realidad se pasea
desnudo por el mundo. Pero como llegados a estas horas mi coeficiente de
amabilidad hace rato que se acabó, considero más elegante adoptar la pose
propia del Sastrecillo Valiente, y
desvelar al Emperador que, muy a nuestro penar, ¡Se está paseando desnudo por
las estancias!
Desde semejante perspectiva resulta sencillo, cuando no casi
elemental, comprobar cómo la tan a estas alturas ya traída y llevada Reforma Fiscal y Tributaria es más una herramienta
de Propaganda a la que como tal ni el
propio Goebbles añadiría ni quitaría nada; que una legítima y tal vez
loable búsqueda del bien común. Más
bien, y tal vez a la sazón, la mencionada ley no acabe sino por acabar
revelándose como el catalizador que nos ayude a quitarnos la máscara, esa que nos impide ver, y quién sabe si será
también la que saque el tapón de cerumen de nuestros oídos, facultándonos para
oír el sonido de los hachas al caer, acabando de manera inexorable por
pronosticar el ya de por sí inevitable alzamiento.
Han y por supuesto hemos ido demasiado lejos. La carrera que
están a punto de iniciar, bien podría constituirse en la última carrera que
emprendamos todos. Una carrera hacia
ninguna parte, cuyo único resultado bien pudiera ser que solo tuviera algún
interés para tan solo unos pocos…Siendo el resto por ende integrantes del
equipo de los prescindibles.
A partir de ahí, y por supuesto de la interpretación de las
múltiples conclusiones que son abordables, solo una parece ser a ciencia cierta
la cuestión competente para integrar en sí misma a todas las demás.
¿DE VERDAD VAMOS A VOLVER A PERMITIR QUE SE SIENTAN EN
DISPOSICIÓN DE TOMARNOS EL PELO?
Luis Jonás VEGAS VELASCO,
No hay comentarios:
Publicar un comentario