miércoles, 7 de diciembre de 2011

DE LAS CRISIS DEL PRESENTE, Y DEL HALLAZGO DE SUS CAUSAS EN EL PASADO.


Cuando la última semana de noviembre de 1504 contempló la agonía mortal de la Reina Isabel de Castilla, su conocida política dinástica dejaba ciertas incertidumbres, tal vez, una de las más sonadas sería la que algunos años después, al embarcar en La Coruña camino de la coronación al frente del Sacro Imperio Romano Germánico planteara su hijo, “Alemania será europea, o Europa será alemana.”

Superados los quinientos años desde aquellas que resultarían proféticas palabras, muchas son las sinrazones que han guiado a Europa a la actual situación, una situación que ya no le cabe duda a nadie, es tan insostenible como irreversible.

Los últimos años, vividos como todos sabemos en un clima que en lo político y lo económico sólo tiene una interpretación, cercana en cualquier caso a lo increíble, nos han conducido irremediablemente al actual presente. Un presente que se enmarca dentro de la concepción del fracaso, y que tiene a la improvisación como guía de comportamientos que, en comparación con el conocido inmovilismo que siempre ha caracterizado a las Instituciones Europeas, convierte en vertiginoso el ritmo de actuación en el que unos y otros, instituciones e individuos con atribuciones, se han manifestado.

Evitando en la medida de lo posible las comparaciones en tanto que odiosas, hemos de decir que una de las circunstancias que ha diferenciado al proyecto europeo respecto del modelo real estadounidense, pasa por la absoluta incapacidad de improvisación que tienen respecto de si mismas las instituciones europeas. Verdaderamente, para cualquier profano resulta evidente y sorprendente comprobar como los distintos organismos, instituciones y centros de poder europeos parecen estar verdaderamente diseñados en pos de impedirse respectivamente la adopción de medidas, o de responder otrosí a las medidas tomadas por otros.

Volviendo a la Historia, hoy se conmemora el 70º Aniversario del ataque de la aviación nipona a la base que en Hawai tenían los Estados Unidos de América, ataque que como todo el mundo sabe trajo inevitablemente aparejada la entrada de éstos en la IIª Guerra Mundial. Casi dos años antes, otro ataque también por sorpresa al no darse declaración previa de guerra, ponía patas arriba a Europa en virtud de los ampliamente desasosegantes afanes de expansión de una Alemania que por aquél entonces justificaba entre otros en la excusa aria la necesidad de ponerse al frente de una Europa, y de un supuesto proyecto europeo en tanto que la manifiesta debilidad de los países al frente, tales como Gran Bretaña y Francia, ponía en serio peligro la consecución de tales planes.

Mucho han cambiado las cosas, tanto que incluso el mapa de las alianzas se ha volcado. Así, todos asistimos estupefactos a las maniobras del nuevo eje, a saber Berlín-París, según el cual la nueva Europa no se discute ya si será de una o de dos velocidades; directamente se afirma que el que no esté a gusto, puede irse por donde ha venido.

Una vez que el binomio MERKEL-SARKOZY ha tomado la iniciativa, como hace más de setenta años, al resto tan sólo les queda posicionarse tras los efectos que sean consecuencia. Si entonces Gran Bretaña se echaba en brazos de un W. CHURCHILL magnífico en tanto que experimentado estratega, no es por desmerecer pero, la actual administración de la isla sajona no ha ido mucho más allá de emitir un tibio comunicado en el que afirman el más que seguro veto de cualquier decisión que pueda perjudicar los intereses de Gran Bretaña. ¿Pueden hacerse a la idea de por dónde hubieran ido los tiros de haber al frente del Foreing Office alguien de la talla de TEATCHER.

Y si por recurrir de nuevo a la Historia, analizamos el comportamiento de España en el transcurso del mencionado conflicto, y buscamos en la respuesta del Fürher a la insinuación de FRANCO a entrar definitivamente en la Guerra: “ya tengo bastante con los problemas que me originan los italianos”,

En base a ello, y aunque sólo sea en este caso por no perder el tren, o en pos de las ventajas que siempre proporciona estar sentado en los pupitres de adelante, es por lo que los Srs ZAPATERO y RAJOY, actuante y cesante respectivamente en el cada vez menos honorable cargo de Presidente del Gobierno corren presas del frenesí a ponerse de parte del acuerdo franco-teutón, sea éste el que sea.

Y como la Historia está llena de vicisitudes, todo ello en la semana en la que conmemoramos nuestra fiesta constitucional. Me han dicho que la Constitución anda por Palacio, llorando por los rincones, en tanto que ya ve como no puede retrasar más la conocida epidemia de la Reforma Constitucional. No se trata ya de modificar la Ley Sálica, o cosas de estética por el estilo. Se trata de ir poniendo sobre la mesa de verdad cuestiones tales como la inevitable cesión de atribuciones de poder específicas e inalienables en pos de garantizar con ello el éxito del proyecto europeo. De esta o salimos juntos, o no sale nadie.

A propósito, hoy Isabel de Castilla ya no tiene ninguna duda respecto de la pregunta planteada en su momento.

Luis Jonás VEGAS.


No hay comentarios:

Publicar un comentario