miércoles, 28 de diciembre de 2011

DE LO DIFÍCIL QUE RESULTA PONER NADA NUEVO BAJO EL SOL.


Y para constatar semejante afirmación, nada menos que la afirmación hecha por Louis Phillipe de SÉGUR, quien afirmó de manera tajante que “Si no hay Moral, las instituciones no son nada.”
Cierto es qué, como ya afirmamos de manera más o menos elocuente la semana pasada, la Democracia es una forma elegida en torno a la cual erigir el Edificio de la Regulación Humana, no una Forma de Moral. Sin embargo, no es menos cierto qué, llegados al presente momento, en el que Su mismísima Majestad ha necesitado de su tradicional discurso de Nochebuena para poner sobre la mesa asuntos aparentemente banales, algunos de los cuáles han tenido que ser luego convenientemente rectificados en tanto en cuanto qué, precisamente como está ratificado en nuestra Carta Magna, no todos somos iguales ante El Imperio de la Ley, para quien no lo sepa el articulado de la misma concede al Rey eximentes extraordinarios de cara por ejemplo a las responsabilidades dirimidas de sus actos.
Así, el sorprendente hecho acaecido hoy, en base al cual los españoles hemos podido acceder al desglose de las cuentas de la Casa Real circunstancia esta que no ocurría desde 1979, nos lleva a la pregunta maliciosa, ¿Es que desde 1979 los españoles hemos sido demasiado ingenuos, o es que llegados a este momento, hay cosas “demasiado sangrantes”. De lo que llegados a este punto no cabe duda, es de que algunas cosas necesitan ser de nuevo explicadas, si no abiertamente reconducidas.

No será en éstas páginas, ni habrán de buscar en el espacio que las acompaña, dónde los maledicentes hallarán exabrupto o imprecación alguna contra la figura, presente o pasada, de la Regia Institución en España. Más allá de la opinión qué, en virtud de la función de la misma puedo mantener, y de hecho mantengo; sólo una cosa es cierta, en España, desde hace muchos años, resulta más complejo definir qué es nuestra nación, que desglosar las funciones de nuestros monarcas. Y para ello, el presente se manifiesta extrañamente más solícito que el pasado. Porque, ¿Cuáles son las funciones atribuibles, cuando no abiertamente exigibles a nuestro Rey?

Una figura de incuestionable notoriedad Humana, Política e Institucional, cual es Melchor Gaspar DE JOVELLANOS, acude en nuestra ayuda, haciéndolo además de manera gráfica e incuestionable a través del retrato que de él pintaría GOYA, en 1798, y a través del cual podemos entender perfectamente lo que significa la expresión “hacer que de tu función (la de Ministro de Gracia y Justicia), acabe por dolerte España.
¿Puede realmente doler un País?, o, dicho de otra manera, ¿No deberíamos hoy echar de menos, o a la sazón recordar tal requisito, otras veces imprescindible para acceder a la Política, a aquéllos que ocupan las bancadas azules en la Cámara Baja.?

El secreto de lo expresado en silencio por el retrato pintado por GOYA, se manifiesta hoy en por ejemplo el hecho que nos llena de sonrojo, y que nos hace venir aquí hoy, con el presente discurso. ¿Cómo puede un País permitirse el lujo de olvidarse de la conmemoración del Bicentenario de la muerte de alguien como MELCHOR GASPAR DE JOVELLANOS? ¿Puede éste descuido tener algo de voluntario? Indaguemos.
La vida pública de JOVELLANOS está salpicada de esos hechos y acontecimientos que a muchos nos llevan a decir qué, a menudo, la respuesta a las preguntas ubicadas en la superficie de la actualidad, hay que buscarlas en la profundidad del pasado. Así, si muchos de esos desvergonzados que ahora se olvidan de ciertas obligaciones para con la Historia y sus grandes, tuvieran un instante para ilustrarse, podrían sin duda encontrar similitudes entre nuestro farragoso presente, en el que las “primas de riesgo y los impersonales mercados” copan cuando no abiertamente presiden nuestra miseria; y aquella España de miseria y lujuria moral, en la que la Iglesia se resistía aún a reconocer que La Ilustración y su binomio natural, El Humanismo, habían ganado la partida. Así, el volumen de concepción reformista que se hallan implícitos entre otros en la propia Ley de Reforma Agraria de la que fue autor, o la calidad de los pasajes que de la Ilustración francesa nos regala en su obra Diarios, bien podría ser hoy tomada en consideración y aprecio por esos políticos que, voluntaria o azarosamente, se olvidan de reconocer ciertas aptitudes y valores.
Puestos a ser malos, ya que nos acusan de ello, lo seremos, uno de los motivos que pueden explicar las reticencias que el político moderno tiene hacia personajes como JOVELLANOS, lo encontramos en una cuidada descripción que el mismo hace: “Hombre no sólo iletrado, sino falto de toda clase de instrucción o conocimiento en cualquier ramo, y aún de toda civilidad, sin que los altos empleos pudieran cultivar la rudeza de sus principios.” Que nadie se sonroje si se ha reconocido en el bosquejo, y que a nadie se le ilumine en la cara esa media sonrisa propia del que acaba de dar con algo obvio; la descripción afecta a un coetáneo del autor, el conde de Lerena, el cual al final de su actividad había reunido una fortuna superior a los seis millones de reales.

La Política ha de nacer así, a pie de calle, subido permanentemente en el caballo, pero con el propio pie en el estribo. Sólo así podrá comprenderse lo verdaderamente real de una realidad que, no obstante la mayoría de las veces, permanece oculta al observador liviano. Sólo así podemos encontrar qué, de nuevo la Historia nos de no sólo la respuesta a preguntas presentes, sino que además lo haga describiendo previamente, y con todo lujo de detalles el teatro de operaciones en el que se dispondrán los actores que protagonizarán batallas que, pese a tener más de doscientos años, bien podrían ser de mañana.
Me estoy refiriendo, por si a alguien le cabe todavía alguna duda, al ambiente ruin, mezquino y plañidero, con el que se están observando, y abiertamente permitiendo, el que constituye desmoronamiento definitivo de ese Estado de Derecho, y, del Bienestar que tanto ha costado edificar, y que se está viniendo abajo arrastrando con ello no sólo nuestro presente, sino cualquier atisbo de mejora concebida esta para un futuro a corto o incluso medio plazo.
Una vez más, y citando para ello a los viejos demonios conocidos por la Historia, las Instituciones Negras, consolidan ante nosotros un escenario de vicisitudes en el que, no se cuestiona como permisible o inaceptable el hecho de que vayamos a perder nuestros derechos. La realidad, o al menos el efecto de realidad consolidado por ellos una vez finalizado el ejercicio de dramatismo al que sus agente nos someten, día tras día, nos convence no ya de que la pérdida de nuestras libertades y derechos consolidados es algo no ya necesario, sino incluso deseable por nuestro propio bien. Crece entre muchos la convicción de que, efectivamente, los pobres hemos vivido demasiado bien, tal vez el siguiente paso, la siguiente exigencia, nos lleve de manera definitiva demasiado lejos, haciendo imprescindible para aquéllos que fundamentan su existencia en el mantenimiento de las desigualdades, la adopción de medidas demasiado duras, en pos de mantener, o en su defecto restablecer, el equilibrio perdido.

Aunque parezca mitológico, para este hecho Baltasar Gaspar Melchor María de JOVELLANOS, también tenía un posicionamiento. En una carta dirigida al político francés Alexander JARDINÉ, le escribe: “jamás concurriré a sacrificar la generación presente por mejorar las futuras. Usted puede aprobar el espíritu revolucionario, yo no.”
Como en el pasado aquí citado, una vez más hemos de enfrentarnos a la acción de las sombras “¿quién podrá parar los golpes que al calumnia y la envidia dan en la oscuridad?” La respuesta la encontramos muchos años después, cuando MAEZTU afirma que “Ser es defenderse.”

Pero hay veces que la defensa no honra más que el propio hecho de merecer ser atacado; como al contrario resulta de comprobar qué, el desconocimiento olvidado de ciertas pretensiones te lleva a necesitar que otros te defiendan. Ni los discursos de Presidentes de Cámara recién nombrados, ni el amparo de las redes sociales aplaudiendo Discursos Televisivos pueden amparar el hecho de que ciertos yernos hacen más daño a ciertas instituciones, que siglos de arduas y fervientes explicaciones.
Y es que todas hieren, menos la última que mata.

Luis Jonás VEGAS VELASCO.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

LA LOGOLATRIA COMO FORMA DE TRANSCRIPCIÓN DEL SILENCIO.


En una época como la que nos ha tocado vivir, en la que ya ni espacio para Dios dejamos, no debería sorprendernos el hecho de que la nueva función de la Ciencia pase por buscar, mediante la implementación de factores finitos, resultados de calado infinito. Así, me sorprende la noticia por la que la psicoquinesia, a saber la ciencia que indaga en nuestros patrones estructurales, busque respuestas genéticas, esto es, concepciones previas, a la posible relación del Hombre con la idea de Dios.

Traigo esto a colación porque, después de asistir con verdadero interés al debate de investidura que pone en marcha la nueva Legislatura, uno ve cómo, de nuevo, la Logolatría se abre paso entre la realidad política que nos rodea, o más bien justifica de manera lamentable la acción, o la carencia de acción, de nuestros Políticos.
Los griegos, primeros responsables del Pensamiento en tanto que realidad cultural directamente asociada a la conducta humana,diseñan igualmente la correspondencia directa e ineludible a este respecto, cual es elaborar uno de los sistemas de creencias más complejos de todos los tiempos. Basado en el antropomorfismo, esto es, la conceptualización de las deidades a partir de la multiplicación por infinito de las capacidades intrínsecamente finitas de los Hombres, vienen no obstante a definir uno de los Principios Universales atemporalmente aceptados. Aquél que dice que de la nada nada sale.

Sin embargo, éste principio, a priori incuestionable a lo largo de los últimos dos mis seiscientos años, se ha visto asaltado, en la última semana, por sendas manifestaciones de la realidad, en un principio igualmente incuestionables. Así, el recientemente descubrimiento en relación al bosson de Higgs, gráficamente denominado “la partícula de Dios”, pone en tela de juicio el propio hecho de que el vacío, a saber la última acepción que a Dios parecía quedarle, ni tan siquiera exista.
Por otro lado, los discursos de D. Mariano RAJOY en campaña, a todas luces últimas acciones de manifestación de vacío que quedaban, no sólo han cuestionado que de la nada se pueda obtener algo. A él concretamente le han proporcionado la Presidencia de un Estado, nada menos que el español.

No se trata en realidad de que no haya dicho realmente nada. Se trata más bien de la manifiesta acción de no decir nada. A estas alturas, a nadie se le escapa el tipo de medidas a las que este, o cualquier otro Gobierno habría de enfrentarnos. Lo único que a estas alturas sometemos a consideración es el dolor que las mismas van a conllevarnos.
Cómo habrán de estar las cosas, cuando el silencio te puede llevar hasta el mismísimo Palacio de la Moncloa. Sin embargo, una vez aceptado esto, no es menos cierto que, ya va siendo hora de decir algo.
Al cierre de la presente, no sólo ni tan siquiera conocemos la composición del Gobierno. Con la salvedad del portavoz del Gobierno alemán, nadie conoce el tipo ni el calado de las reformas que éste gobierno pretende acometer, digo que el mencionado las conoce porque las elogiaba pública e impúdicamente, más que nada porque me parece una falta de desvergüenza que, como en el caso del despido de ciertos entrenadores, conozcan el asunto los propios periodistas antes que el interesado; en tanto que en este caso, el pueblo español, tenga que seguir haciendo quinielas en las que la irrupción en escena de determinada imagen de una foto de teléfono móvil, hace saltar todo por los aires. A propósito, yo no veo al SR. GALLARDÓN dirigiendo a nuestras tropas. De ser así, algunos enterrados en cierto lugar recientemente objeto de análisis histórico se removerían en sus tumbas. Me refiero claro está a algunos de esos que están perfectamente identificados, porque “se ganaron el derecho a estarlo”.

Entro abiertamente en materia si digo que, desde ya, una vez jurado el cargo, y en tanto que la mesa del Congreso está discutiendo si enero va o no a ser hábil, bien es cierto que muchos esperamos, por no decir exigimos, que se empiece a decir algo.
Como ya han ido adelantando los portavoces no nombrados, tales como la SRA. de COSPEDAL cuando anunció “que sin duda nos iba a doler”. Tal y como hoy mismo hacían en CATALUÑA, donde han puesto fin a los corrillos y las especulaciones implantando para el año que viene el copago sanitario, al final, lo único que pedimos es que alguien con alguna notoriedad nos ilustre en relación al tamaño del aparato con el cual nos van a...trepanar la cabeza.

Y todavía algunas potenciales ministras venían esta mañana a decir que “Mariano RAJOY maneja perfectamente los tiempos”. Efectivamente, los tiempos marcados en el compás con corcheas de silencio.

Planteaba el SR. RUBALCABA a la salida de la rueda de prensa que, el Sr RAJOY había manifestado abiertamente su voluntad acerca de “hablar de hablar”. Realmente el asunto no plantea ningún trabalenguas,ni mucho menos constituye ejercicio alguno de originalidad.
En conducta social aplicada, esto es en Política, se define la RETÓRICA como el conjunto de reglas y procedimientos que unidos forman el Sistema competente para definir lo que se llama discurso bello. La perversión del recurso provoca resultados denominados sofismas, esto es, acciones léxicas imposibles de conjeturar. En términos empíricos eso confecciona los llamados sofismas, esto es, discursos políticos que, bien por voluntad propia, o bien por incompetencia, carecen de cualquier valor una vez sometidos al complejo análisis del procedimiento Lógico.

Lo que propiamente se denomina hablar por hablar, esto es, hablar sin decir, constituye un ejercicio que sólo adquiere valor si la fuerza del discurso estriba en el discurso en sí, esto es, si la belleza del mismo justifica su existencia. De esta manera, la Logolatría viene a ser el proceso de degeneración por el cual el agente emisor se acaba enamorando del discurso en tanto que tal, alcanzando en sí el máximo de degeneración política.

Corren malos Tiempos. A nadie se le escapa que no podemos permitirnos el lujo de perder el tiempo. Sin embago, sólo una pregunta cabe hacerse. ¿Es consciente el enamorado en éste caso de la Naturaleza de su amor?

Luis Jonás VEGAS

miércoles, 14 de diciembre de 2011

ARRINCONANDO A DIOS…Y A LOS INGLESES.



Desde que Filósofos Presocráticos como Anaxágoras de Clazomente, y Aristarco de Samos, Sentaran la base firme del Pensamiento Humano, aquella que nos permitió Salir del Mito para adentrarnos en el Loghos, sólo una cosa tengo clara, hasta el punto de permitirme la excusa inexcusable de ponerla sin ningún género de humildad, a la misma altura de la anterior sentencia. La casualidad no existe.

Por eso, cuando esta mañana me desayuno con la maravillosa noticia de que a Dios, entendiendo esto como idea y concepto, cada vez le quedan menos lugares en los que esconderse, una alegría enorme me embarga, una alegría semejante a la que el explorador noruego debió sentir tal día como hoy, hace cien años, cuando su descubrimiento y ubicación del Polo Sur, permitió a la Humanidad cerrar otro capítulo más de esa larga por no decir infinita novela en la que a menudo se ha convertido el hecho de vivir.

El descubrimiento del Bosson de Higgs, la Partícula de Dios como se le conoce también en los campos científicos extraoficiales, constituye un logro de inestimable valor en tanto que supone un hito que supera con mucho a los otros alcanzados por la Ciencia en su condición de binomio inexcusable para la Humanidad.

Lejos de explicaciones sesudas, el avance, cuantificable en términos de que por fin se han encontrado pruebas solventes de que la mencionada partícula no sólo existe, sino de que se comporta realmente como la Comunidad Científica había previsto, constituye un logro de primer orden en tanto que afecta a todos los esquemas del Conocimiento. Para que nos demos cuenta, una de sus primeras implicaciones directas viene a decir que el “vacío”, tal y como lo conceptualizábamos, no existe, ya que tal fenómeno no está definido.

Hace dos mil seiscientos años, los Maestros Filósofos Griegos habían sentenciado categóricamente. “…Así, la nada es inaceptable como previa al principio, puesto que sólo una cosa es cierta, de la nada, nada sale.”

Precisamente embarcado en una carrera hacia la nada, es a lo que parece dirigirse la Gran Bretaña, a raíz de los acontecimientos, o más concretamente del giro que estos han tomado, una vez analizadas las consecuencias de los actos, catalogables qué duda cabe como de irresponsables, atribuibles casi a título particular a su Premier, Cámeron.

“Esta vez has ido demasiado lejos David” o “ Sus propuestas de chantaje son inaceptables, más bien por proceder de usted, no pese a proceder de usted” constituyen tan sólo algunos ejemplos del nivel de hipoxia moral en el que el Primer Ministro Británico debió verse envuelto en las reuniones del Consejo de Europa que debía de promover la salvación definitiva del Proyecto Europeo.

Como suele ocurrir en este tipo de casos, nunca un empeño tan grande en separar, tiene resultados tan unificadores. A cualquiera que le digas que Gran Bretaña es la única responsable de que a una reunión entre veintisiete países unidos en dos grupos, aparentemente incompatibles entre sí; para salir luego también en este caso dos grupos, uno que integra a todo el mundo, en causa común contra el otro, cualquier analista con un mínimo conocimiento de Historia, te dirá que eso sólo puede lograrlo Gran Bretaña.

A la muerte de Felipe II acaecida en septiembre de 1598, sólo dos cosas parecían estar claras. La primera pasaba por la aparente convicción de que su hijo, Felipe III no sería capaz de gobernar el flamante imperio que heredaría. La segunda, que Gran Bretaña sería uno de los primeros responsables de esta situación. Por ello, presintiendo su muerte como próxima, Felipe II inició una serie de actos conciliadores, que van desde la negociación de la paz con los Países Bajos, accediendo a su “independencia” dejando al mando a su hija Isabel Clara Eugenia, poniendo así los ciernes al incipiente Estado de Holanda, hasta la retirada inmediata de la participación en los asuntos franceses e ingleses.

Sin embargo, los retrueques históricos y genealógicos, hicieron que en 1601 Felipe III optara oficialmente a la Corona de Irlanda. Los beneficios, tanto potenciales como de facto de aquél hecho, constituían una ocasión demasiado maravillosa como para dejarla escapar. Al hecho real de poder poner coto a las incursiones militares en Holanda, así como a la prestación de auxilio a los rebeldes de Países Bajos llevada a cabo por Gran Bretaña en la Guerra de Dominio que España libraba en Holanda; se unía la para nada desdeñable posibilidad de entrar por la retaguardia del enemigo, haciéndole notar permanentemente nuestro aliento en su cogote.

Por todo ello, y amparado por la autoridad que proporcionaba el apoyo de más de sesenta jefes de los clanes que formaban el Consejo de Estado de Irlanda, tal día como hoy catorce de diciembre de 1601, Juan de Águila, marinero nacido en El Barraco, hacía bueno el dicho de que los mejores marineros de la Armada no habían visto el mar hasta bien alcanzada la edad. Se plantaba en el puerto de Castlehaven Irlanda, con una flotilla de más de 20 naves entre galeras y semejantes, con casi siete mil hombres dotados y armados. El propósito era doble, por un lado hacer realidad la posibilidad de hacer nombrar a su Rey, Felipe III, Señor de aquéllas tierras. La segunda, librar con los ingleses la batalla que el desastre de La Invencible nos había negado años atrás, poniendo así “al orden” a los ingleses.

Una vez más, la suerte nos fue adversa, y en esta ocasión el drama se materializó en la mezquindad de la falta de decisión de un monarca que no supo, como antes ocurriera a Aníbal en Roma, o a Scipión en Cartago, destruir al enemigo de manera definitiva.

Al final, la historia de Juan de Águilas constituye otro de esos episodios en los que la bilis es tanta, que el personaje se retira renegado a su tierra, consolidando con ello esa injusticia tan terrible según la cual ni su pueblo le recuerda.

En parecidas circunstancias, y salvando las distancias, hoy poco han cambiado en realidad las cosas. La neurosis que por aquél incipiente siglo XVII convertía a La Religión en argamasa que tan pronto unía como separaba a Europa, ha sido sustituida hoy por el nuevo valor, por la nueva moral. La defensa a ultranza de La City de Londres, a saber último vestigio de la nueva religión europea, último reducto de El Capital Europeo, han traído consigo la paradójica consecuencia de unir si cabe con más fuerza si cabe a los países europeos en la comunión de un solo hecho, el enemigo de mi enemigo es mi amigo.

De verdad David, ni Isabel ni Margaret hubieran soñado llegar tan lejos. “Y para esto hicimos tantas guerras…”

Luis Jonás VEGAS VELASCO.


miércoles, 7 de diciembre de 2011

DE LAS CRISIS DEL PRESENTE, Y DEL HALLAZGO DE SUS CAUSAS EN EL PASADO.


Cuando la última semana de noviembre de 1504 contempló la agonía mortal de la Reina Isabel de Castilla, su conocida política dinástica dejaba ciertas incertidumbres, tal vez, una de las más sonadas sería la que algunos años después, al embarcar en La Coruña camino de la coronación al frente del Sacro Imperio Romano Germánico planteara su hijo, “Alemania será europea, o Europa será alemana.”

Superados los quinientos años desde aquellas que resultarían proféticas palabras, muchas son las sinrazones que han guiado a Europa a la actual situación, una situación que ya no le cabe duda a nadie, es tan insostenible como irreversible.

Los últimos años, vividos como todos sabemos en un clima que en lo político y lo económico sólo tiene una interpretación, cercana en cualquier caso a lo increíble, nos han conducido irremediablemente al actual presente. Un presente que se enmarca dentro de la concepción del fracaso, y que tiene a la improvisación como guía de comportamientos que, en comparación con el conocido inmovilismo que siempre ha caracterizado a las Instituciones Europeas, convierte en vertiginoso el ritmo de actuación en el que unos y otros, instituciones e individuos con atribuciones, se han manifestado.

Evitando en la medida de lo posible las comparaciones en tanto que odiosas, hemos de decir que una de las circunstancias que ha diferenciado al proyecto europeo respecto del modelo real estadounidense, pasa por la absoluta incapacidad de improvisación que tienen respecto de si mismas las instituciones europeas. Verdaderamente, para cualquier profano resulta evidente y sorprendente comprobar como los distintos organismos, instituciones y centros de poder europeos parecen estar verdaderamente diseñados en pos de impedirse respectivamente la adopción de medidas, o de responder otrosí a las medidas tomadas por otros.

Volviendo a la Historia, hoy se conmemora el 70º Aniversario del ataque de la aviación nipona a la base que en Hawai tenían los Estados Unidos de América, ataque que como todo el mundo sabe trajo inevitablemente aparejada la entrada de éstos en la IIª Guerra Mundial. Casi dos años antes, otro ataque también por sorpresa al no darse declaración previa de guerra, ponía patas arriba a Europa en virtud de los ampliamente desasosegantes afanes de expansión de una Alemania que por aquél entonces justificaba entre otros en la excusa aria la necesidad de ponerse al frente de una Europa, y de un supuesto proyecto europeo en tanto que la manifiesta debilidad de los países al frente, tales como Gran Bretaña y Francia, ponía en serio peligro la consecución de tales planes.

Mucho han cambiado las cosas, tanto que incluso el mapa de las alianzas se ha volcado. Así, todos asistimos estupefactos a las maniobras del nuevo eje, a saber Berlín-París, según el cual la nueva Europa no se discute ya si será de una o de dos velocidades; directamente se afirma que el que no esté a gusto, puede irse por donde ha venido.

Una vez que el binomio MERKEL-SARKOZY ha tomado la iniciativa, como hace más de setenta años, al resto tan sólo les queda posicionarse tras los efectos que sean consecuencia. Si entonces Gran Bretaña se echaba en brazos de un W. CHURCHILL magnífico en tanto que experimentado estratega, no es por desmerecer pero, la actual administración de la isla sajona no ha ido mucho más allá de emitir un tibio comunicado en el que afirman el más que seguro veto de cualquier decisión que pueda perjudicar los intereses de Gran Bretaña. ¿Pueden hacerse a la idea de por dónde hubieran ido los tiros de haber al frente del Foreing Office alguien de la talla de TEATCHER.

Y si por recurrir de nuevo a la Historia, analizamos el comportamiento de España en el transcurso del mencionado conflicto, y buscamos en la respuesta del Fürher a la insinuación de FRANCO a entrar definitivamente en la Guerra: “ya tengo bastante con los problemas que me originan los italianos”,

En base a ello, y aunque sólo sea en este caso por no perder el tren, o en pos de las ventajas que siempre proporciona estar sentado en los pupitres de adelante, es por lo que los Srs ZAPATERO y RAJOY, actuante y cesante respectivamente en el cada vez menos honorable cargo de Presidente del Gobierno corren presas del frenesí a ponerse de parte del acuerdo franco-teutón, sea éste el que sea.

Y como la Historia está llena de vicisitudes, todo ello en la semana en la que conmemoramos nuestra fiesta constitucional. Me han dicho que la Constitución anda por Palacio, llorando por los rincones, en tanto que ya ve como no puede retrasar más la conocida epidemia de la Reforma Constitucional. No se trata ya de modificar la Ley Sálica, o cosas de estética por el estilo. Se trata de ir poniendo sobre la mesa de verdad cuestiones tales como la inevitable cesión de atribuciones de poder específicas e inalienables en pos de garantizar con ello el éxito del proyecto europeo. De esta o salimos juntos, o no sale nadie.

A propósito, hoy Isabel de Castilla ya no tiene ninguna duda respecto de la pregunta planteada en su momento.

Luis Jonás VEGAS.


martes, 6 de diciembre de 2011

DE LOS NUEVOS TIEMPOS, DE LAS NUEVAS AMENAZAS, Y DE LA SORPRESA COMO EL MAYOR DE LOS RIESGOS.


Una vez más, la inevitable sensación de irremplazable pérdida a la que el paso del tiempo nos enfrenta, nos lleva hoy a comprobar cómo de nuevo, la marcación en tono rojo del día seis de diciembre en nuestro calendario, nos lleva a necesitar de algo más de unos instantes para comprender a qué es esto debido.

Haciendo tan sólo una petición de carácter estrictamente personal, creo sinceramente que, en estos tiempos en los que la carencia de cosas importantes por tratar ha permitido el acceso a los altares del poder de tanta gilipollez, bien podríamos plantear seriamente a quien corresponda, la adopción de un tono de tintado distinto para las fiestas de carácter institucional, esto es, aquéllas en las que la acción religiosa no tiene cabida por no resultar relevante. Así, evitaremos acciones propias de los que al levantarse hoy tenían verdaderos problemas de ubicación una vez constatado que la Curia permanecía convenientemente recluida en sus cuarteles.

Una vez dicho esto, llamada la atención de los que estén verdaderamente interesados, y repudiada la presencia de los que llegados a este punto hayan abandonado la lectura del presente por no constituir momento litúrgico, considero de verdad llegada la hora de comenzar con la verdadera exposición de intenciones.

Conmemorar el 6 de diciembre como El Día de la Constitución, se había convertido en un hecho que, unido en España al netamente coyuntural de la cercanía de la fiesta religiosa que le acompaña inmediatamente a continuación; convertía la celebración en algo completamente desprovisto no ya de sentido, sino de realismo alguno.

La flagrante manifestación en este caso de ese nuevo síndrome de las cosas bien hechas del que España adolece desde que vamos por el mundo imponiendo nuestros modelos en comportamientos internacionales de los que hasta hace 30 años no sólo no teníamos ni idea, sino que abiertamente nos eran inabarcables, nos lleva, en el caso de la translocación del hecho a caracteres nacionales, a adolecer abiertamente de los errores propios del que peca de novato.

La ferviente realidad que en España constituye el necesitar apuntalar en el hecho católico, eventos que deberían ser exclusivamente laicos, nos lleva a convertir en ahora más actual que nunca, el aforismo según el cual “La Biblia y La Constitución tienen en España muchas cosas en común. Así, todo español tiene una de cada, no las ha leído, a lo sumo ha consultado, y en el caso actual, considera como razón inamovible de Fe todo lo que en ambos documentos se expone.”

Sin embargo, lo convulso de los momentos en los que nos encontramos inmersos, se manifiesta sobre todo en que los terremotos que llevan aparejados son o serán previsiblemente capaces de echar abajo incluso el más sólido de los edificios institucionales, sean estos catedrales, o sedes de gobierno,

El laconismo propio de dar por sentado que el mundo en el que vivíamos era el mejor de los posibles, tenía una de las manifestaciones más hermosas en la convicción que casi todos los españoles presentaban, en basa al cual el inmovilismo institucional, manifestado en la plena y absoluta convicción de que no hace falta tocar nada; se convertía en el mejor argumento a favor del “beautiful world” en el que nos encontrábamos inmersos.

Sin embargo, la bochornosa modificación del artículo 135, el que hace referencia a las formas de proceder presupuestarias, nos ha sacado de nuestro promovido e interesado inmovilismo. Puesto que ¿Quién podía sinceramente plantearse a corto plazo el mundo en el que vivimos?

La nueva realidad, puesta de manifiesto hoy mismo nada menos que por el Excmo. Sr. PECES BARBA, uno de los padres de la Constitución, señala como imprescindible la adopción de medidas urgentes que tengan como resultado la retirada inmediata del articulado obsoleto en materia de consolidación autonómica, y la consolidación de aquél destinado a fomentar el reforzamiento de Europa.

La coincidencia en tiempo y forma de estas declaraciones, con las pronunciadas directamente por los máximos dignatarios de Alemania y Francia una vez que estos han adoptado la convicción de que son los nuevos mesías, nos lleva a la convicción de que no sólo ya nada ocurre por casualidad, sino que incluso las sorpresa son un arma en caso de ser bien gestionadas en sus tiempos.

Y mientras, D. Mariano corre a tomar posiciones de cabeza en ese inmenso dictado en el que parece se está convirtiendo la política europea. Cierto es que, a día de hoy es imprescindible plantearse la modificación de los tratados europeos para hacerlos más realistas en tanto que cada vez está más claro que de esta tan sólo salimos con más Europa. Sin embargo, el orden y la prudencia parecen ser, ahora más que nunca los mejores consejeros a la hora de participar en la redacción y consolidación de los nuevos articulados que regirán nuestro futuro más cercano, y que sin duda llevarán aparejados la renuncia de mucha de la soberanía nacional en manos de Estructuras y Políticas Multinacionales.

¿Encontrarán en medio de las prisas un instante para explicárnoslo convenientemente? Espero sinceramente que nos sorprenda de nuevo el 6 de diciembre esperando una respuesta.

Luis Jonás VEGAS VELASCO.


jueves, 1 de diciembre de 2011

DE PATITAS BLANQUEADAS, LA EDAD DEL FIN DE LA INOCENCIA.


Como en todas las ocasiones precedentes, tras la tempestad viene la calma. Asociado a esa extraña capacidad de sufrimiento que tiene el pueblo español, según la cual la posibilidad de que el sufrimiento esperado supere el real, lo que justifica la asunción del dolor real en la medida en que el daño potencial puede ser mayor, la Derecha española se prepara para subir definitivamente al poder, para ascender al Reino de los Cielos.

Es un hecho, a raíz del 20N, y de los en principio nada sorprendentes resultados, el Partido Popular ha asumido con un criterio cercano al manejado en épocas pasadas, me refiero a la época absolutista, la imposición del famoso argumento de el Estado soy yo. Sin en aquél momento Luis pensaba verdaderamente que el pueblo era tan incapaz como para no saber discernir aquello que le era mejor, encontrando ahí precisamente la necesidad justificadora de una monarquía; la Derecha española es tan sublime, que en un ejercicio de paternalismo inaguantable,no es ya que nos tutele, es que más bien se empeña en hacernos pasar a todos por imbéciles.

Seguro que ahora, después de analizar el contenido de lo expuesto hasta el momento, algunos, no muchos en cualquier caso, estarán dándose cuenta de qué es lo que digo. Me refiero al inconcebible silencio desde el que se está llevando a cabo el traspaso de poderes. ¿Acaso el desmán es tal? ¿Puede ser tan ingente el desastre por otro lado preconizado? ¿O es que por el contrario la bazofia que se nos vendió en el transcurso de la Campaña Electoral puede ahora volverse en contra de los adalides de la sana gestión?

Que nadie se preocupe, seguro que los buenos resultados recién publicados, de los cuales se han guardado bien en sacarlos una vez conocidos los resultados electorales, desvelan entre otros la reducción más que abrumadora de la tan traída y llevada cifra de déficit público en comparación con los datos del año pasado. Seguro que elementos como el Sr. MONTORO ya están diseñando la técnica encaminada a hacer ver que todo procede del más que previsible retorno del PP al poder.

Sin embargo, todos se cuidan de definir en el mismo campo conceptual, la más que demostrada incompetencia de cara a reducir la Prima de Riesgo.

Tranquilos, guarden sus armas y recojan sus garras. Efectivamente, he hecho voluntariamente la trasposición voluntaria de ubicar en el mismo campo semántico Derecha y Partido Popular, la verdad es que me he sustraído al placer de hacerlo en la misma oración. Más en este caso el placer se secundario, quiero decir, no es original.

Para llegar a semejante conclusión me limito a leer, con sumo interés eso si, las conclusiones del Consejo de Sabios que acaba de emitir su informe en relación al espinoso asunto de la cruz de los caídos.

Realmente no es el informe en sí mismo lo que atrae mi atención. Más bien éste recala en la exposición de conclusiones, más concretamente en las que forman parte de los votos particulares, ya sabéis los que difieren de la opinión general de que hay que exhumar los restos de FRANCO, y devolver así la integridad a la Memoria de España. Entonces es cuando uno lee el voto del ingente que para nada ingenuo Sr. HERRERO DE MIÑÓN, el cual viene a decir que si bien no está manifiestamente en contra de la medida, la verdad es que la desaconseja por el descalabro moral que la misma puede suponer para la estabilidad social de España, propensa a la fractura social.

En definitiva, el Sr. HERRERO DE MIÑÓN parece estar definitivamente convencido de que este país sigue siendo incapaz de asumir su Historia. En definitiva, él y aquellos a los que representa, siguen convencidos de que somos menores de edad. ¿Representan ellos a ese 14% de voto de extrema derecha que forma parte del voto fijo del Partido Popular? ¿Es ésta justificación suficiente para empezar a llamar a las cosas por su nombre, esto es, para decir sin riesgo de ofender que el PP constituye el nicho pragmático donde conceptuar el voto de la Derecha Española, en las más diversas versiones que ésta puede alcanzar?

Dice el refranero castellano que obras constituyen amores, y no sólo las buenas razones. Así, el asalto del neoliberalismo a las instituciones de poder en Europa, que comenzó en Grecia, siguió en Portugal, con los resultados que conocimos ayer y que presentan medidas estrella tales como tener que pagar 40 euros por una consulta de urgencia, o subir un 100% el IVA, incluso el que afecta a los productos de necesidad básica, y que en el caso reciente de España ha provocado el ascenso a los altares de la Derecha.

No se trata ya, como dijo la Sra. de COSPEDAL, que necesitaban una mayoría absoluta incuestionable, esto es, que justificara cualquier tropelía (ya sabemos que en esta Democracia castrada en la que vivimos, nuestro voto queda secuestrado durante cuatro años como justificación de todos los desmanes que bajo sus directrices se quieran cometer.) La Realidad es que el mandato, como por otro lado otros dirigentes han llegado a sugerir, sea casi divino.

Sólo así se interpreta que las directrices y mandatos necesarios para el buen gobierno, ese del que aparentemente hemos estado tan separados en los últimos años, convierta en imprescindible el que se nos trate como a idiotas, en terminología política griega ya se sabe, el comportamiento propio del que voluntariamente se aleja del trato con el gobierno de la Polis.

Así se entiende el asalto denodado a instituciones aparentemente intocables, tales como el Estado de Derecho, La Sanidad y la Educación gratuitas de manera incuestionable, y otras sorprendentes adquisiciones de las que poco a poco nos iremos dando cuenta a partir del día 24. Qué curioso, la noche que se conmemora el nacimiento de un Mesías, parece ser la elegida para preconizar otro.

Así, el asalto a Europa es ya una realidad. Hemos pasado de la discusión de los Eurobonos, a la certeza de la necesidad imperiosa de las dos velocidades, y todo ello lo hemos hecho con la complacencia silenciosa de la paz de espíritu que sólo puede proporcionar la posesión de la verdad absoluta, o la ignorancia más exacervada.

Como en las grandes ocasiones sólo el tiempo dará y quitará razones.

Luis Jonás VEGAS VELASCO.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

DE LOS RETROCESOS EN LA HISTORIA DE CUANDO LA CONVICCIÓN DE QUE SÓLO LA EVOLUCIÓN ES POSIBLE, NOS LLEVA A NO VALORAR LOS PELIGROS DE LA CATARSIS.


A menudo, la relativa comprensión de nuestra realidad, que hoy en día parece pasar exclusivamente por el acceso a la actualidad, nos lleva a ser incapaces, de manera definitiva, de identificar y comprender las verdaderas variables que habrán de permitirnos comprender en la manera de lo posible el mundo que nos rodea.

Los acontecimientos no pasan, acaecen a nuestro alrededor, confeccionando dada su velocidad un entorno artificial, a menudo ficticio, que resulta muchas veces incomprensible para el propio Ser Humano, que se ve entonces superado como supuesto receptor de las prebendas que la reconocida como supuesta evolución le tenía reservados.

La causa de semejante situación, peligrosa donde las haya, se encuentra en el ya muchas veces comentado, pero nunca suficientemente analizado Síndrome del progreso perpetuo, a saber, la situación antropológica que se suscita cuando los integrantes de una Sociedad, ubicados en un terreno y en una temporalidad determinadas, se encuentran verdaderamente convencidos de que dado el nivel de desarrollo en el que se encuentran, tan sólo el ir hacia delante les es posible.

De esta manera, los individuos se ven subyugados por una de las enfermedades sociales más terribles que existe, aquella por la que los miembros de una Sociedad pueden llegar a olvidar su propia historia, supeditando una vez más los razonamientos científicos a la Ciencia, rescatando o inventando nuevos ídolos.

Es el retorno al mito una vez que el Logos entra en recesión. Y nos encontramos de nuevo inmersos en esa época.

Sólo así puede entenderse que un País pueda olvidar su Historia, El País que olvida su Historia está condenado a repetirla. Sólo así se entiende que España se haya olvidado de las consecuencias que tiene arrojarse en manos de la Derecha Cavernaria en pos de obtener la solución a los problemas que plantea la Crisis.

El viejo principio procedente de la Filosofía Popular, según el cual la Derecha gestiona para conseguir beneficios que luego la Izquierda dilapidará en pos de la implantación de las políticas sociales que le son propias en su enunciado, constituye una manida estructura que a base de repetida, ha perdido gran parte de su sentido. Constituye uno más de esos ejemplos que explica las causas por las cuales El común ha abandonado no ya sólo a la Clase Política, sino que ha renunciado a la Clase Política en general. La excesiva separación entre estos, y la población a la que en principio van dirigidos sus esfuerzos, fragua un cúmulo de disonancias que, en el caso que nos ocupa, trae aparejado el resultado por todos conocidos de que resulte verdaderamente difícil diferenciar a la Derecha, de la Izquierda. Y precisamente este hecho es el que nos lleva a necesitar alertar del peligro del más que evidente peligro en el que se encuentran no ya las estructuras, sino incluso los conceptos que avalan la resistencia de nuestro Sistema.

Inmersos en la Drástica Teoría de los absolutismos, según la cual todo ha de llevarse a cabo de manera absoluta, elevado por tanto al grado sumo, y azuzados por el jinete del Apocalipsis que en este caso nos hemos dado en llamar crisis, hemos reunido los ingredientes suficientes para componer abiertamente la sinfonía del abandono de la lucidez que se hace imprescindible para edulcorar lo suficientemente aquello que tan sólo puede ser objeto de la embriaguez, o del poder de sugestión que es propio a la puesta en práctica de convicciones religiosas, a saber, conceder a la Derecha Cavernaria un cheque en blanco como el que aparentemente se le ha concedido.

Dotar a la Derecha de tanto poder, tiene constataciones propias de otra época. Una época en la que los dioses mitológicos se encargaban de llenar los vacíos conceptuales de los Hombres, cobrando con silencio los pactos de no agresión que los hombres firmaban a cambio de la obtención de la tranquilidad conceptual imprescindible para sobrevivir a determinadas épocas.

Pensar que esta Derecha altanera y grandilocuente se haya en disposición de arreglar la crisis, constituye un error propio, o bien de una crisis de amnesia, en España todos deberíamos saber como las gastan, o peor aún, constituir el ejemplo de que hemos renunciado a métodos racionales en pos de encontrar la manera de enfrentarnos a ella. En realidad me queda una opción más, a la que por cierto cada vez acudo con más convicción, aquella según la cual ellos son los responsables de la crisis, utilizándola como instrumento político, de amenaza allí donde gobiernan, de acoso y derribo allí donde el cumplimiento de sus pretensiones pasaba primero por el derrocamiento de un Gobierno de Izquierdas.

Como término medio, prefiero apostar por la certeza de que muchos han decidido su voto acudiendo a una especie de estado místico, bajo cuya influencia el Sr. RAJOY, y la recua todavía no ascendida a los altares que le secundará, alcanzan unas características propias de Dioses Mitológicos que gozan de la provisión de elementos ultra-naturales que serán puestos al servicio de la superación de la crisis.

Sólo así pueden comprenderse ciertas frases, como la recientemente pronunciada. “Nosotros no podemos hacer milagros, tampoco los prometimos”. ¿Revelador, no creen?

Y al otro lado, como aderezo si cabe al esperpento democrático al que asistimos, la comprobación del estado en el que ha quedado la izquierda de este país. Una izquierda que, como en el peor de los casos, ha cumplido una vez más con su cita con la Historia, haciendo que el surgimiento de sus traumas, en forma de su conocida capacidad autocrítica, haya allanado el camino para el triunfo de la derecha. Sólo así se entiende que un triunfo manifestado en la obtención de 186 Diputados, se fragüe en la mejora en apenas 300.000 sufragios nuevos.

Como suele ocurrir en la mayoría de ocasiones, no es el aspirante el que gana, es el gobernante quien pierde. Y todo con la fragmentación del voto de la izquierda, que se manifiesta en el hecho de que la suma de todos los votos de la izquierda presente en la nueva Cámara, sigue sin ser suficiente para igualar los votos del PSOE. Eso sí, el daño está hecho, y para mucho tiempo.

Luis Jonás VEGAS

miércoles, 16 de noviembre de 2011

DE CUANDO EL DESCONOCIMIENTO DEL PRECIO NOS HACE INCOMPENTENTES PARA VALORAR LOS ESFUERZOS QUE FUERON NECESARIOS.


Despotismo Ilustrado: Dícese del Sistema de Gobierno propio del Siglo XVII que preconiza las bondades del Absolutismo basado en la aquiescencia de las Monarquías, intentando no obstante hacerlas encajar con las nuevas tendencias promovidas desde la incipiente Ilustración.

Vamos, como ver a al Sr. Rajoy teniendo que hacer malabares con el Sr, CAYO LARA, en pos de un potencial pacto de gobierno.

Más allá de comentarios históricos, o de paradojas jocosas, una vez superada la sorpresa propia de la velocidad con la que los acontecimientos se han sucedido en Grecia y en Italia, lo único que podemos decir con absoluta certeza es que en el breve transcurrir de tiempo que para la Historia constituye una semana, en este caso la que acabamos de dejar atrás ha logrado dejar obsoleta esa certeza que llevamos un par de años manejando, y que reza más o menos de la convicción de que vivimos tiempos históricos, para pasar a hacer Historia cada día.

Revisados los acontecimientos de manera más o menos profunda, o con toda la profundidad que nos permite la vorágine en la que nos hemos embarcado, la única certeza que tenemos a día de hoy es aquélla según la cual nada de lo que sobreviva a la actual situación, tendrá causalidad directa respecto de la misma, es decir, nos encontramos inmersos en un proceso de restitución de estructuras tal que, el nuevo marco institucional, moral, legislativo y de concepto que surja, será tan evidentemente innovador que, al contrario de lo que ocurre con las conclusiones de un procedimiento evolutivo, en el que las directrices causales aparecen en la introspección del elemento resultante; en este caso, sea cual sea el resultado, será tan innovador, que no será posible establecer un marco de relación con nada de lo anteriormente conocido.

Asumido ya el improperio bajo el que se ha decidido llevar a cabo las reformas que supuestamente confeccionarán el nuevo marco dentro del cual habremos de llevar a cabo nuestra vida; lo único que parece estar claro es que vamos a vivir en primera persona y en directo, uno de esos momentos históricos que algunos, la mayoría, sólo conocíamos por los libros de Historia, pero que a la mayoría les sugería un inmenso marco para el desarrollo de las emociones. Y es que el romanticismo propio de los tiempos revolucionarios es algo que atrae casi tanto como jode.

Porque a estas alturas, sentados en esa silla que mañana no sabréis si será vuestra, mirando ese ordenador que tal vez mañana a estas horas no os pertenezca, y quejándoos ostensiblemente de esa vida, vuestra vida, que probablemente mañana intenten convenceros de que nunca fue vuestra, lo único que sí tendremos claro es que una parte fundamental de la culpa de que todo esto esté pasando, la tenemos todos y cada uno de nosotros, por nuestras acciones, y por nuestras omisiones.

Porque si de verdad hemos consentido que derriben el Estado del Bienestar en apenas tres años, si hemos permitido que sustituyan los valores Roussonianos por los propios de los Mercados, y ahora vamos a dejar que echen abajo el modelo democrático, sin tener que levantar una sola voz para hacerlo…

Es porque nunca hemos tenido a ciencia cierta concepto del verdadero valor que ésta, y otras cosas como ésta, verdaderamente tenían.

Y no éramos conscientes de ello por una razón muy sencilla, porque pertenecemos a esa generación que no ha conocido el valor de la mayoría de las cosas porque no ha tenido que sufrir y luchar para conseguirlas, a la par que hemos convivido con esa otra generación que ha preferido callarnos la mayor parte de las cosas que tuvo que hacer o padecer para dejarnos una herencia, la herencia de la Democracia.

Y la Democracia, como la mayoría de las cosas importantes, es algo vivo. Algo que necesita ser regado, custodiado y mimado a diario, para que crezca y por qué no, para que no se desvíe. Pero claro, como era algo que siempre consideramos como propio, se nos ha olvidado velar por ello, es más, hemos consentido que los que se preocupan por ello, fueran olvidados, castigados, condenados al ostracismo del desprecio histórico; incurriendo de nuevo una vez más en ese error tan español según el cual dejando morir de inanición al portador del recuerdo de la existencia de malas noticias, estas quedan conjuradas definitivamente.

Así, como el niño que aún no ha desarrollado el juego simbólico, creemos que ante los problemas sirve con taparse los ojos con las manos y gritar no toi.

Y mientras hacemos esto, la tecnocracia arrebata el espacio, el tiempo y la legitimidad a la Democracia. Los Parlamentos dan legitimidad a gobiernos impuestos (por los Mercados), y personas que nunca han ganado unas elecciones, cuando abiertamente ni tan siquiera han formado parte de una Lista Electoral, se convierten en Presidentes de Gobierno.

Y todavía nos lo venden como la mejor de las soluciones políticas. Más bien la liquidación del Tiempo de la Política diría yo.

Recordad, Todo para el Pueblo, pero sin el Pueblo.

Llegados a este punto, lamentarse abiertamente de lo patético que ha resultado la presente Campaña Electoral, parece una burla exasperante.

No recuerdo una Campaña más lacrimógena. El uno convencido de que lo tiene todo ganado, se ha limitado a colocar el autobús delante de la portería, y evitar así que le metieran goles. El otro, defenestrado en defensa propia, parece preocuparse más del incipiente Congreso Extraordinario que a todas luces habrá de convocarse, que de cuestiones aparentemente nimias tales como decirnos a los españoles cuáles serian sus propuestas de cara a que se diera el improbable caso de ganar.

En definitiva, nos acercamos al fin de una Campaña en la que los esperpentos han tomado carta de protagonismo. ¿Será éste verdaderamente el anticipo de una Nueva Forma de entender la Política?

Luis Jonás VEGAS VELASCO.


miércoles, 9 de noviembre de 2011

DE NUEVO, EL RAPTO DE EUROPA.


“Se atrevió también la regia virgen, ignorante de a quién verdaderamente montaba, en la espalda del toro a sentarse. Cuando el dios de la tierra, y del seco litoral, insensible, lo primero pone en las plantas, en el litoral, y por las superficies, en mitad del ponto se lleva su botín.”

Así se expresaba Ovidio, cuando se refería al capítulo mitológico según el cual la joven Europa, es raptada por Zeus quien, adoptando la forma de toro blanco logra despistar a la guardia establecida para su protección, instalada por su padre el Rey de Io; para finalmente acabar cruzando el mar con ella sobre su lomo, hasta Creta. Allí, debajo de un platanero consumará su rapto, y finalmente Europa acabará convirtiéndose en la Primera Reina de Creta.

Y una vez más, muchos años después, dejándonos como entonces en la cara el color agridulce de la frustración, y sin poder alegar como en aquellos tiempos la hermosa retórica de la mitología, de nuevo es a partir de Grecia donde se gesta la mayor de las tragedias, en este caso la Gran Tragedia de Europa.

Y de Ovidio, a Homero: “Temo a los griegos incluso cuando traen regalos.” Regalo envenenado, de eso ya no cabe duda, el que el último hasta la fecha de los Papandréu en el poder, le ha hecho a esta Vieja Europa. Una Europa qué, por primera vez probablemente desde el Tratado de Versalles, el de 1918, no había vuelto a sentirse tan debilitada. Y lo malo es que, una vez más, como sucede en la mayoría de ocasiones, el ataque, bien motivado, o fruto en muchos casos de la mera incompetencia conceptual de aquellos que rigen nuestros designios, se produce desde dentro. Citando por proximidad las Teorías de Rousseau, El Hombre ha de buscar en la cesión de sus privilegios y autoridad en manos de un bien común, la consecución de sus pretensiones humanas.

Aplicada esta conceptualización a la Realidad Actual, vemos como hay países y gobernantes que no sólo no conciben igual sus pretensiones hegemónicas, sino que incluso no dudan en ponerlas en peligro con tal de postergar unos instantes más su presencia en el Poder, y quién sabe si en la Historia.

Islandia, Irlanda, Portugal, Grecia, España…a éstas horas ya Italia, muchos han sido los países que han visto trastocarse sus hegemonías una vez que la tan temida crisis ha malogrado definitivamente sus planes de gestión. Sin embargo, el verdadero drama se fragua a otras alturas, a partir del desastre histórico sufrido por otras instituciones e instancias.

El surgimiento de Europa, me refiero al proyecto de Unión Europea, ese que se apoya en las estructuras económicas generadas para, aprovechándose de su implantación, lograr su propia implementación por todos los países y por el mundo; ve sus objetivos truncados desde el momento en que, por enésima vez, El Sueño Europeo ha de luchar contra la falta de altura de miras de aquéllos dirigentes que consideran el surgimiento de una Europa fuerte como la causa de todos sus males en forma de lo que intuyen como su propia pérdida de poder.

En esencia, Europa nació castrada, y ahora asistimos a la extirpación real de los miembros afectos. Así y sólo así, se le puede otorgar un mínimo de rigor al vulgar comportamiento político del Estado Griego. Al final va a resultar que la teoría acertada en relación a los motivos para el esperpento de amenaza de Referendum hay que buscarla tan sólo en poco menos que una pataleta propia del dirigente del país.

Y con estas mimbres, hemos de hacer el cesto.

Aunque para mimbres, miembros y castraciones, las escenificadas el pasado lunes por D. Alfredo y por D. Mariano. ¿Acaso hemos de creernos que la Política de España les aburre tanto? ¿De verdad va a ser esta la fuerza destinada a promover nuestra salvación como país?

De nuevo, el bipartidismo a ultranza se manifiesta como el mayor problema al que debe hacer causa urgente de solución este país. Sólo así podremos ser dignos en el futuro, de evitarnos espectáculos tan denigrantes para la integridad intelectual de los votantes, (verdaderamente parecen promover abiertamente el comportamiento idiota) en futuras ocasiones. Futuras ocasiones si es que se presentan, porque a día de hoy lo único que queda claro es que Europa sigue adelante en tanto que no hay dinero suficiente para disolverla.

Y mientras, el nuevo toro sigue cogiendo fuerza.

Luis Jonás VEGAS.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

DE CUANDO LO IMPREDECIBLE SE ADUEÑA DE LA REALIDAD, PORQUE LO REAL ES TAN INCONCEBIBLE QUE HACE DE LA PARADOJA SU RAZÓN DE SER.


Dice un antiguo aforismo griego, que para darse cuenta del nivel de realidad en el que realmente se vive, se hace imprescindible comprobar el grado de posibilidad que existe para que las certezas sean meras posibilidades, siendo lo inviable lo que se convierte en acto.

Por ello, de igual manera que fueron griegos los que se enfrentaron a lo que hasta aquel momento se consideraba correcto, llevándose por delante los conceptos mitológicos, a la par que los sustituían por los bellos ecos de la Razón. Así hoy han de volver a ser los griegos quienes se desmarquen nuevamente de lo aceptado por el común, para plantear una nueva posibilidad, para dibujar una nueva realidad que, ya sólo por original, merece la pena ser considerada.

Y es que, en estos tiempos de decadencia de Pensamiento, de Política y políticos con minúscula, el mero hecho de que alguien se atreva no ya sólo a proponer algo, sino de que ese algo conlleve la posibilidad de devolver al Pueblo alguna de sus pretéritas libertades, haciendo viable el hecho de que de paso ese mismo Pueblo pueda recordar de forma vaga existencia de una época en la que pensaba por sí mismo, pueden verdaderamente desestabilizar no ya el Plan de Rescate Griego, sino que decididamente puede dar al traste con todo este sinsentido en el que nos encontramos instalados, al menos no ya cómodamente.

Cierto es que lo planteado por el Gobierno Griego no es algo promovido desde un pensamiento tan romántico. De hecho, y bien pensado, puede que no esté ni tan siquiera pensado. Pero de hecho, y cuanto más lo piensas, más certeza adquiere de que al menos, motivo de leyes no es de lo que adolece.

De parecida manera, aceptarlo en todas las premisas el concepto básico que rige la certeza de rigor de nuestro planteamiento político basado en la Teoría de la Necesaria Representación, tendremos que aceptar la inevitable invalidez del principio aportado. Así, y sin dar muchas vueltas, para evitar los mareos, no parece demasiado lícito que un dirigente, y abiertamente un gobernante en el uso de sus facultades, delegue de manera tan humillante en sus administrados la responsabilidad de un hecho implícitamente ligado a la acción y efecto de gobernar.

Así que, en esencia Sr. PAPANDREU, la jugada no procede, al menos en términos de responsabilidad moral. Sin embargo, sólo por disfrutar durante unos momentos de la cara de absoluta incredulidad que podemos suponerles a ciertos dirigentes, dígase MERKELL y/o SARKOSTZY, entonces, y sólo entonces, podemos permitirle desde la maldad, la jugada.

Porque, hablando ahora en serio, las declaraciones efectuadas por el dignatario francés, según las cuales, “si bien preguntar a los electores es democráticamente lícito, en este caso concreto no procede porque la decisión ya está tomada por unanimidad”, constituyen unas declaraciones que en sí mismas se manifiestan como las propias de alguien que ha sido sorprendido in fraganti en el preciso momento en el que su gran recompensa se aproximaba.

Aunque si bien en España, nos basta con escuchar a aquellos que todavía son aprendices de brujo, dígase el Sr. MONTORO, que ya debe verse como virtual Ministro de Economía, pronunciando hoy un memorable discurso en el que ya ha quedado claro que para sacarnos de la crisis, les sobra con aplicar el libro de ruta que desarrollaron en 1996. Y digo yo, Srs. MONTORO Y ARENAS, ¿Qué es lo que van a privatizar ahora, los solares sobre los que se asientan los magníficos edificios propiedad de la Iglesia Católica? Hay que advertir, en cualquier caso, que muchos de estos se encuentran inscritos en primer grado de titularidad ya que, como han hecho muchas Parroquias, por ejemplo en Castilla y León, en el último año se han dado prisa en correr a inscribirse en los Registros de la Propiedad correspondientes, solares, prados, e incluso plazas de cuando menos dudosa titularidad. Es curioso, aquéllos que han de velar por nuestra integridad metafísica, desarrollando labores de acaparamiento material, acudiendo para ello a instituciones laicas, tales como Registros. ¡Qué paradojas tiene la vida!

Aunque para circunstancias verdaderamente paradójicas, las prisas, cuando no abiertamente las carreras, que ya se empiezan a dar en los pasillos de Génova. ¿Pueden ustedes imaginarse el colapso emocional que tiene que suponer ser el primero de los segundos, esto es, ser el primero de las listas que se queda sin cargo?

Por si acaso, algunos por el contrario deciden quitarse de en medio, más que nada por si se hace imprescindible “darle a la botella”.

Mas en cualquier caso, a estas alturas, y cuando ya se empieza a remover la cola y el engrudo, cuando la pasión de la primera noche electoral se hace palpable, es cuando la mayoría se hace a sí mismo las que serán últimas concesiones a la razón en los próximos quince días. Fruto de las mismas, la reflexión da paso a cierto ánimo de pesadilla, fruto de empezar a intuir que el primer escenario, a saber la mayoría incondicional del PP se aleja cada vez de forma más evidente. Y lo peor de todo es que lo hace por consecuencias exclusivamente achacables al propio Partido Popular.

Cuando en la última cita con las urnas, a saber el pasado 22 de mayo, hicieron abiertamente una campaña electoral de marcado tinte nacional, obviaron el hecho evidente de que más pronto que tarde, habrían de enfrentarse de verdad a una cita verdaderamente nacional. Y llegado ese momento, ¿Qué manifiestos hemos de exponer? ¿Los ya expuestos?

En cualquier caso, una vez que el asesor de prensa del Sr. RAJOY ya no puede permitirse por más tiempos los ardides de prestidigitador que hasta el día de hoy han hecho parecer mínimamente serio a D. Mariano, llegado este momento, el silencio ya no es válido. Hay que empezar a hablar. ¡Programa, programa, programa! Decían por ahí algunos nostálgicos.

Y el programa ha hablado, ¡Y vaya cómo lo ha hecho! Reforma (otra más) Educativa, que en este caso afectará incluso a los docentes. Contrato laboral más sencillo, esto es, más acorde con las pretensiones de una patronal que por medio de Arturo FERNÁNDEZ se frota las manos. Y la enésima propuesta de Reforma de la Ley Fiscal, que podéis comprobar vosotros mismos, en qué dirección apunta.

Y en medio de esto, los adelantados, es decir, aquellos que en su borrachera de éxito autonómico ya llevan meses desarrollando estas medidas, haciéndole la cama a su Presidente ya que, una vez el lobo se frota los cascos al pasarlo por debajo de la puerta para engañar a los cabritillos, la harina se desprende, haciendo imposible un nuevo intento de engañar a los confiados votantes, digo cabritillos.

En definitiva, ¡Bienvenidos una vez más a la inestimable fiesta democrática de las urnas! Para muchos, la noche de sus vidas, y para algunos la última de sus pretensiones

Luis Jonás VEGAS VELASCO.



miércoles, 26 de octubre de 2011

DE CUANDO EL RUIDO DE LAS TROMPETAS NO HACE SINO ENTORPECER EL SONIDO DE LA RAZÓN.

Y sonaron las trompetas sobre la ciudad de Jericó. El Sumo Sacerdote dio las preceptivas siete vueltas en cada sentido alrededor de las murallas de la ciudad, y lo hizo durante siete días. Al anochecer del séptimo día, las murallas de vinieron abajo, como si de papel estuvieran hechas.

Aproximadamente de esta manera, el Antiguo Testamento narra la caída definitiva de la ciudad de Jericó en manos del asedio a la que fue sometida por el pueblo Israelí (en aquellos lejanos tiempos en los que el Pueblo Judío era invariablemente el que aportaba a los buenos). Una vez más, como en otros múltiples casos, lo que ha trascendido no es sino lo anecdótico, en tanto que cuando la gente asocia la caída de las murallas, lo hace situando a las trompetas como responsables. Sólo con posterioridad a una lectura sosegada del relato, podemos finalizar que lo que supuestamente derriba las murallas no es sino la procesión que el denominado por la Tradición Judeo-Cristiana como Arca de la Alianza, conteniendo los denominados tabottats, a saber las dos tablas que Moisés recogió en el monte, conteniendo las leyes que Dios (Jehová) le entregó a modo de guía. Y en el interior del Arca, lo más importante, lo que convertía en exclusivo, en el pueblo elegido, al Pueblo de Israel, el conocimiento y tenencia del verdadero nombre de Jehová.

A pesar de todo, y pese a lo verdaderamente romántico del relato, se tome en la postura en que se tome; la razón se impone en forma de realidad. Así, adoptando la forma de excavación arqueológica, los últimos designios vienen a demostrar que en la realidad de Jericó, o más concretamente en la de sus murallas, tuvo lugar uno de los experimentos más importantes de zapa de la Historia de la Humanidad, que tuvo como resultado nada menos que el desmoronamiento de una de las construcciones más importantes de la época, mediante la acción conjunta del fuego, la paja húmeda, y el uso de bombas de agua.

Y es así, a través del símil, como hemos de aproximarnos a las reacciones suscitadas por el comunicado de renuncia a la violencia, recientemente emitido por ETA. Verdaderamente, resulta ensordecedor, como en el caso de las trompetas en Jericó, el ruido que se está generando. Evidentemente, de necios hubiera resultado el esperar reacciones sensatas, cuando no abiertamente silenciosas, ante un hecho de tamaña circunstancia. Sin embargo es lamentable, cuando no totalmente denigrante para aquellos que han de sufrirlo, el ver como cada día es más patente y evidente que hay gente a la que esto le ha pillado a contrapié, es que de verdad necesitan de ETA para sobrevivir.

Y no les voy a poner en el brete de tener mucho que pensar. Me estoy refiriendo a esos políticos nacionales que aceptan cargos de Presidencia de partidos que, si bien siempre supieron que nunca llegarían a ninguna parte, el ascenso definitivo del nacionalismo moderado les deja definitivamente fuera de toda aspiración a ocupar la Lehendakharía. Me refiero a todos esos periodistas con aspiración a redactar en algún momento el Discurso de Aceptación del Cargo de Presidencia del Gobierno en manos de los siempre leales amigos, y me refiero también a esos presidentes de asociaciones varias que caciquean con el poder, cuando en realidad el miedo a la responsabilidad les impide asumir las consecuencias de enfrentarse al ejercicio democrático de las urnas.

Así, en definitiva se va confeccionando un espacio complejo, lleno de trampas, en el que como pareció desprenderse de la intervención del oyente de la semana pasada, de verdad resulta imprescindible separar la acción de ETA, de las consecuencias políticas que de la misma resultara en futuras derivadas. Pero como se da el caso de que algunos somos groseramente dados a hacer y a decir virtualmente lo que nos da la gana, pues seguiremos diciendo que las consecuencias, no ya del comunicado, sino de las reacciones que este ha suscitado, son verdaderamente vergonzosas. No se trata ya de que los respectivos líderes, en sus respectivos cargos (cargos que han de defender no lo olvidemos), digan cosas que nos resulten incomprensibles, sino abiertamente dañinas, como es el caso de la afición al anacronismo en la que se ha instalado MAYOR OREJA, hago referencia expresa al terrible error que suponen manifestaciones como las acaecidas el pasado fin de semana en una aparición del Candidato del PP a la Presidencia, D. Mariano RAJOY; en el transcurso del cual, cuando hablaba en relación al Comunicado de ETA, y lo hacía con mesura, era abiertamente abucheado por muchos de los presentes, los cuales, no lo olvidemos constituyen la inmensa masa de votantes abiertamente declarados del PP, en definitiva ese 14% de elemento reaccionario al que tantas veces hago referencia.

Semejantes acontecimientos, debidamente ordenados, o no, no vienen sino a poner de manifiesto el que a la sazón constituye uno de los mayores peligros a los que se enfrenta la Democracia, un peligro que más bien tiene que ver con la forma de entender la Política de bases de la que han hecho gala nuestros dirigentes. Este país es, ante todo, un país complicado, como muestra, basta hacer el ejercicio de coger un mapa, y trazar una línea imaginaria o no, que vaya desde El Ferrol hasta Punta Tarifa, por no hablar ya del extrarradio canario. Cualquiera que sea capaz de unir mentalmente ambos puntos, a la par que encuentra un par de circunstancias que hagan felices dos cualesquiera de los territorios recorridos, será alguien verdaderamente merecedor de un premio, a la constancia, y a la capacidad de perseverancia.

Con este panorama, no resulta complicado echar la vista atrás, y volver a esos tiempos de Campañas Electorales en los que abiertamente todo valía. Tiempos en los que lo que primaba definitivamente era el dar caña, convertir la Campaña Electoral en un proceso encaminado a juzgar, sentenciar y a ser posible ejecutar al contendiente.

Y aunque el tiempo ha pasado, y las formas de hacer y entender política lo han hecho con ese tiempo, a algunos se les ha olvidado recordarles a sus bases que la época en la que la pasión ganaba elecciones, afortunadamente ha quedado vinculada al recuerdo. Que hoy estamos instalados en los tiempos en los que dar cuartel al rival es muestra de respeto, un respeto que ha demostrado ser la mejor de las armas, aquella que, aún volviéndose contra uno, no hace sino mejorar la vida de todos.

Pero no, desgraciadamente no ha sido posible. Hemos tenido que ver las imágenes de los exacerbados que, convencidos además de que cumplían con su papel, siendo por ello merecedores de un bocadillo y un refresco a la salida del acto, boicoteaba un acto de su Presidente, a la par que Candidato a la Presidencia del Gobierno. Un acto en el que, como había pasado unas horas antes, en la declaración posterior al Comunicado de ETA, algunos creímos reconocer la mano de alguien que fue Ministro del Interior.

Aunque para metedura de para conceptual, la de la Sra. MATO en el programa del nunca suficientemente valorado Sr. LUCAS, en Radio Nacional de España. Puede que todo comenzara cuando el aludido preguntó directamente a la excelsa si el puesto de nº 3 por Madrid constituye alguna clase de compensación por los méritos contraídos. De ahí a los nervios hay un paso, Y tal vez fuera ese estado de nervios lo que provocara las declaraciones según las cuales todo hacía presagiar que la llegada al poder del PP traería consigo una revisión de la prestación por desempleo. Otro ejemplo más de que, tal y como dijo el nunca suficientemente valorado W. CHURCHILL, en Política, la única improvisación válida es la improvisación preparada.

Aunque para improvisación, aquella que parece presidir últimamente las acciones de los Elementos con capacidad de decisión de la UE. El miedo implícito, junto a la cobardía en la que se instalan aquellos a los que las responsabilidad les pesa mucho, termina por convertir en algo impredecible la acción de intentar buscar algún sentido a la labor del ECOFÍN cuando no abiertamente la de cualquiera de los políticos, analistas o demás que tenga la menor responsabilidad en las dirección de cualquiera de los elementos sometidos a estas disquisiciones económicas. A estas alturas no se trata ya de saber si Grecia podrá o no saldar su deuda, sino de saber cuánto nos va a costar realmente, y hasta que punto el torpedo en la línea de flotación de Europa no ha dado traste con el Sueño Europeo, o abiertamente se ha llevado por delante todas y cada una de las proyecciones europeas.

Y mientras, seguimos anunciando unas reuniones, a la par que cancelamos otras por sorpresa, siguiendo la técnica de la novia que se hace desear. El único detalle es que, llegados a este punto, al novio puede que se le acabe la paciencia.

Luis Jonás VEGAS VELASCO.