miércoles, 28 de agosto de 2013

DE SEPTIEMBRE, DE LAS RECUPERACIONES IMPOSIBLES.

Inmersos como estamos en las calendas propias del fin de semana previo al que será el último fin de semana anterior a los exámenes, no voy a cortarme ni un pelo cuando digo, a la par que afirmo, que estulto será aquél que piense que de verdad va a poder recuperar, esto es, asumir en apenas tres meses, y por su cuenta, lo que nueve meses, dirigido por profesionales, no fueron capaces de interiorizar.

Es por eso que, la vuelta al cole de nuestro ingente Gobierno, escenificado en este caso por la patraña dictatorial a la par que fascista que interpretaron en la mañana de ayer, solo nos sirve para entender dos cosas, que desgraciadamente todo sigue igual y que, desgraciadamente para todos, el insigne portavoz del Partido Popular es un ignorante en lo que concierne a banderas, y en consecuencia a lo atinente para con la Historia. Mas lejos de acogotarse por ello, va y saca pecho, quién sabe si en otro alarde encaminado a recordarnos a esos rojos de izquierdas a los que nunca se nos ve agitando la verdadera bandera de España; que ellos son, y ¡qué demonios siempre fueron! Los verdaderos dueños de España.

Y solo puede ser ante semejante alarde de… estulticia, que tengo que rendirme una vez más, ante la muestra de grosería conceptual con la que nos ha regalado hoy el Sr. WERT. El dilema en el que ha sido capaz de convertir lo que no es sino un debate, acalorado eso sí, en virtud del cual se dilucidará si los hijos de otro peón de albañil podrán o no optar a ser, por ejemplo Ministro de Educación, ha degenerado en unos instantes verdaderamente desternillantes, tan solo comparables a los que otra fiel de estos páramos, la insigne Ministra de Sanidad, Sra. MATO, (paradójico llamarte MATO y apadrinar la Sanidad), por otro lado nos tiene acostumbrados.

Mas entre alardes, y estulticias, gasean la Educación Pública, y directamente malvenden, tal y como ya han hecho en Madrid, la Sanidad.

Pero una vez más, y llegados a este punto, he de reiterar que, desgraciadamente lo malo no pasa por que ellos sean consecuentes para con las ideas que siempre les fueron propias; lo verdaderamente dañino se encuentra en lo clamoroso del silencio con el que todos los que no estamos de acuerdo con el entierro acompañamos, no obstante, al cortejo fúnebre.

Porque repitiendo de manera casi soez y para nada accidental lo dicho hace ya algunas líneas, la patraña dictatorial y fascista que unos y otros tuvieron a bien escenificar en el día de ayer; además de tener consecuencias evidentes y directas, tales como la definitiva pérdida de credibilidad de un Gobierno que acude sin el menor pudor al rodillo de la mayoría absoluta para impedir comparecencias tales como la de la Sra MATO en pos de dar explicaciones para con las tramitaciones sanitarias; o para impedir que el Sr. RAJOY comparezca, sencillamente por mentir en sede parlamentaria; tiene otras consecuencias mucho menos transparentes, tales como la de dejarnos bien claro a todos los españoles cuál es el nivel intelectual que este, nuestro querido Gobierno nos presupone.

Y es así que, como si de contentar a niños traviesos en el patio del colegio se tratara, que llevan semanas preparándonos una golosina. “Mini crisis de Gobierno” lo llamarán unos. “Muestra de responsabilidad” probablemente lo llamarán otros, tales como, probablemente el Sr. MARHUENDA. Lo cierto es que la estrategia encaminada a ofrecernos a la Sra. MATO como sacrificio redentor (Miserere que se dice), parece que, definitivamente no va a ser suficiente.

Una de las principales causas, la colada que se ha producido cuando nos hemos enterado de que uno de los que apuntaba maneras para pasar a formar parte del nuevo Gobierno en virtud de la escenificación de la mini crisis era, nada menos, que el Sr. ARENAS. ¡Pero si ha palmado tres elecciones en su demarcación! Dirán algunos. ¡Lógico, como su jefe! Decimos otros.

Lo cierto es que, no ya políticos de altura va a necesitar nuestro querido Gobierno para sacar esto adelante. Grandes artistas, diría yo, cuando menos para hacerlo creíble.
Harán falta pintores impresionistas, para conducirnos en pos, en este caso, de los brotes verdes.
Harán falta prestidigitadores, encaminados en este caso a hacer posible la cuadratura del círculo en la que se ha convertido la cifra de deuda pública.
Harán falta ilusionistas para hacer desaparecer de las listas del INEM a todos los que formen parte del empacho que sin duda alguno se va a coger en noviembre, si no antes, cuando la estacionalidad nos devuelva a la realidad.
Y por supuesto, harán falta tahúres, para seguir llevándoselo muerto, aunque en este caso haya de ser con estilo.

Mientras tanto, ¡cómo no! Los demás estaremos en las gradas, aplaudiendo, unos más que otros por supuesto, a semejante plantel de artistas los cuales, una vez más, tendrán claro que, acabada la función, y al haber pasado nosotros religiosamente por taquilla, avalaremos, una vez más y de forma práctica, sus andanzas.

Parafraseando a Jean BAUDRILLARD “La cobardía intelectual se ha convertido en la auténtica disciplina olímpica de nuestro tiempo.”
Solo desde semejante perspectiva puede llegar a entenderse el ejercicio de hermetismo desde el que parecen capitanearse las, por otro lado, cada vez más aisladas, a la par que silenciosas, acciones de protesta que hace no tanto, salpicaron el largo y ancho de nuestra geografía, llegando a convertirse algunas de ellas en verdaderos contenidos de vanguardia que sirvieron para alentar, a la sazón, verdaderas revoluciones paradójicamente de nuevo en otros escenarios, esos sí, objeto de verdadera represión, cuando no de abierto totalitarismo.

Y en la base de ese “hermetismo”, muy probablemente, las nuevas definiciones de responsabilidad. Definiciones que están a la altura, cuando menos contextual, de barrabasadas como la que el Portavoz del Partido Popular en el Congreso se ha permitido hoy mismo, a la hora de llevar a cabo una valoración personal y un tanto suigéneris, de las implicaciones de hechos históricos tales como la II República Española, y sus efectos sobre el número de muertos con los que este país tiene que lidiar. Pero vamos que, volviendo a repetirnos, la ignorancia los viste de valientes.

Pero hablando de nuevo en serio, lo que de verdad me preocupa es, a tenor de una conversación mantenida en la mañana de hoy con unos amigos, la constatación más que plausible de la que parece ser no ya la nueva realidad, sino la visión que para interpretarla se viene imponiendo.
Una visión en la que, de forma rancia a la par que pormenorizada, se impone una teoría ya puesta de manifiesto tanto en este medio, como en el programa homónimo. Una visión de la responsabilidad que pasa por la constatación de que tanto propios, como desgraciadamente extraños, comienzan a asumir la firme posibilidad de que, llegados a las actuales circunstancias, lo mejor es pasar desapercibidos, en pos ciertamente de no hacer ruido.

Que cada cual saque, por supuesto, sus propias conclusiones.



Luis Jonás VEGAS VELASCO.


miércoles, 21 de agosto de 2013

VEL INIQUISSIMAN PACEM IUSTISSIMO BELLO ANTEFERREM.

Me asomo una vez más, al alféizar de mi ventana y, en este caso, más como pretil real, que como plataforma destinada a albergar los sueños que indefectiblemente habrían de componer mi existencia, se revela como ese borde de pozo, resultado insondable de la labor de cantería que un afanado artesano ejecutó un día, para sacar cual Miguel Ángel, la esencia de la piedra; albergando ahora nada más, o nada menos, que la lenta y quién sabe si tal vez indecorosa pasión, nada más o nada menos que del nihilismo activo.

Somos, una vez más, esclavos de nuestros sueños, cuando en realidad no somos ya ni capaces tan siquiera de soñar.

Esta afirmación, o quién sabe si por el contrario la comprensión de la misma, vienen una vez más, y la última en este día, a enfrentarnos de nuevo con la realidad. Una realidad que no por taciturna, se muestra menos cadente al ponerse ante nosotros como lo hizo nuestra imagen cuando nos fue devuelta por la clara superficie del agua una vez ésta nos reflejó, cuando cedimos a la tentación de asomarnos a contemplar los oscuros designios que su negrura alberga, justo cuando nos apoyamos en el pretil…

Porque es entonces, una vez más, cuando el Filósofo Alemán vuelve a visitarnos: “Cuidado o caminante, de los momentos en los que tu vana ilusión te lleve a pensar que puedes enfrentarte a la profundidad del monstruo. Recuerda que cuando miras en su interior, en realidad tú revelas el tuyo.”
Y es precisamente en ese estado, en el que nos encontramos hoy en día. Un estado no difícil de reconocer, más bien difícil de reconocer.

Un estado de permanente desasosiego, nacido del exceso de fuerzas destinadas a sosegarnos. Un estado de permanente intranquilidad, nacido de la cadencia de aquéllos que se empeñan en vendernos la permanencia a un mundo de paz. Un estado de permanente silencio, nacido precisamente del abuso que se ha hecho de supuestas libertades, como la de expresión.

El mundo tiene sed, precisamente en la época en la que el agua es un derecho universal.

Tal y como suele ocurrir en estos casos, y acudo para su explicación a los procesos históricos ya acontecidos, y de los que podemos sonsacar alguna lección útil; lo cierto es que la Sociedad, y el mundo en general, están demasiado acostumbrados a morir de inanición, cuando en realidad están rodeados de comida.
Lo que a niveles éticos puede comprenderse como muerte por exceso de éxito, se traslada a nivel social, arrastrando por ello un pesado lastre de consecuencias morales; a un plano en el que la masa degenera no tanto por concepto, como sí más bien por procedimiento, encerrándonos en una realidad en la que, tal y como suele pasar en el mundo de los niños, acertamos a saber qué es aquello que deseamos, pero nos faltan mecanismos para comprenderlo.
Mas en nuestro presente, y en lo que concierne a lo expuesto, inauguramos una nueva época, la que pasa por comprender que no ya el flujo de información, sino más bien la velocidad a la que ésta transita, nos condena al dudoso privilegio de inaugurar la época por colapso de información.
Si hasta ahora cabía la concepción de la muerte por inanición, ya fuera de alimento sólido o líquido, ahora defenestramos precisamente como consecuencia del colapso que brota de la permanente torrentera que surge de los más insospechados lugares, y que hace presa no en nuestro cuello, sino en nuestro cerebro, agotándolo primero, para promover su autolisis después.

Trasladado tal esquema de lo individual a lo social, nos encontramos con una realidad en la que muchos son los puntos de encuentros, superando éstos con mucho a los de fricción o controversia.
Desde semejante óptica, podemos identificar albergados dentro del enorme paraguas que proporciona la conmoción, cuando no abiertamente el desconcierto, un sinfín de manifestaciones que dan lugar a errores tanto procedimentales como conceptuales, que en la práctica totalidad de los casos solo son explicables buscado entre quienes los cometen, síntomas propios de la abierta alienación.

Viene a ser la alienación el resultado de un proceso destinado a alejar al Hombre de su capacidad para vivir su vida “de una manera clara y distinta,” que vendría a decir DESCARTES.
Si sus resultados no son definitivos, estaremos ante una enajenación. En consecuencia, el individuo seguirá siendo tal en tanto que será capaz de encontrar él mismo la senda que le retorne a su ser.
Si por el contrario los mencionados se elevan al grado de atemporales, el individuo es víctima de una neurosis. Sus pensamientos racionales, en tanto que procedentes de una racionalización que no reconoce como propia, migrarán fuera de sus capacidades pasando, en forma de una especie de ósmosis, a formar parte de las ideas de algunos. Si por el contrario, como suele ocurrir en la mayoría de los casos no hay nadie que permanezca lo suficientemente atento, o esté lo suficientemente atento como para recoger aquello que se derrama, estaremos ante otro lamentable episodio de desperdicio de experiencia.

Aparece ya por fin, y como siempre no lo hace de manera casual, el término neurosis. De igual manera, y como suele ocurrirnos igualmente en la mayoría de ocasiones, ni necesitamos y ni por ende nos detendremos lo más mínimo en el sentido científico, en este caso médico del término.
Más bien al contrario, en la que nos trae hoy aquí nos conformaremos con la explicación que denotan dos pacientes quienes, sorprendidos por su médico en una conversación de pasillo, afirman que un loco es el que dice que dos y dos son cinco. Un neurótico sabe que dos y dos son cuatro…¡pero no le satisface!

Proyectados desde la nueva perspectiva a la que nos condena la comprensión, o quién sabe si la mera asunción de la realidad, lo cierto es que ahora, conceptos como algunos de los ya dados, o por el contrario otros tales como responsabilidad, no es ya que den menos miedo, sino que incluso adoptan otro sentido, cuando  no abiertamente otro significado.
Así, una vez asumido que, efectivamente, permanecemos alienados, lo cierto es que comenzar a pensar desde la nueva cosmovisión que tal hallazgo nos proporciona, produce el curioso fenómeno de transportarnos ahora sí, de manera clara y distinta, a la verdadera realidad.

Una realidad fría, dura, cambiante a la par que tendente al equilibrio, un equilibrio por otro lado paradójicamente frágil en tanto que artificial dado que, como por todos es sabido, la naturaleza evoluciona desde los gradientes, siendo por ello propensa al caos.

Se trata por ello de revelar los esfuerzos desarrollados por algunos no tanto por promover el equilibrio, como más bien por mantener oculta la incapacidad para huir del mismo, y de las consecuencias que trae aparejadas.
Se trata en definitiva de mantener alejado al común de cualquier perspectiva decorosa que le lleve a pensar que puede, mediante el uso de acciones decorosas, acceder de manera ordenada, a cualquier conato de principio destinado a alcanzar los logros de libertad, desarrollo y bienestar, que pudieran incluso hacerle parecer menos perteneciente a la chusma.

Se trata así, en una palabra, del definitivo triunfo de la enajenación del hombre, que por otro lado se traduce en la definitiva neurosis de la sociedad.

Fruto de la sana para algunos, combinación de ambos factores, surge la ceremonia de la confusión perfecta, destinada por supuesto a alejarnos, una vez más, y como tantas otras, del verdadero objetivo que sin duda habríamos de perseguir a saber, el logro de una sociedad motivada en valores propios, cuya consecución traiga aparejados de manera casi evidente, una mejora en las condiciones en las que se desarrolla el quehacer íntimo y diario de cada uno de los individuos que la componen.

Pero la realidad no solo no es esa sino que, como suele ocurrir en la mayoría de los casos, se alejan radicalmente de la misma.
Al contrario, el ejercicio diario nos arroja a un proceso desquiciante en el que ya no solo no somos capaces de diferenciar a los buenos de los malos, sino que incluso nos lleva a dudar a cada uno de los individuos de la verdadera condición de los procederes de los que habemos de hacernos responsables a lo largo de nuestra vida.

Por ello, y entendido por supuesto dentro del actual contexto, no puedo estar de acuerdo con CICERÓN cuando afirma que Vel iniquissiman pacem iustissimo bello anteferem. (Preferiría la paz más inicua a la más justa de las guerras.) Cicerón Epistolae  ad familiares, 6,6,5


Luis Jonás VEGAS VELASCO.


miércoles, 14 de agosto de 2013

DEL HASTÍO DEL ESTÍO.

“Quema el sol, el aire abrasa. Al destierro con doce de los suyos. Polvo, sudor y hierro. El Cid cabalga.”

Sin que pueda extraerse de mi ánimo el más mínimo fin patrio, lo cierto es que puede que semejantes palabras vengan a conformar el último hálito de Política mínimamente seria, cuando no responsable, que en España ha tenido lugar en el transcurso de un verano.

Es así que en un país como el nuestro, en el que a nadie le extraña qué, por ejemplo, un Secretario Judicial te diga que tu expediente del que llevas siete años esperando sentencia, ha de esperar un poco más porque es agosto y, como es lógico, la marcha del responsable de vacaciones convierte en comprensible que los que se quedan no tengan literalmente ni idea de dónde está tu expediente, condenándote con ello a no puede saberse cuánto tiempo más de espera.
Un país en el que en definitiva, agosto es declarado no hábil.
Lo cierto es que sorprende, tal vez gratamente, que haya sido en agosto, precisamente, cuando el Juez Ruz ha llamado a declarar a los miembros de la Ejecutiva del Partido Popular.

Habrá sin duda quien lo considere casualidad. Tampoco faltarán los que se apunten a la convicción del argumento baldío. Pero lo cierto es que, tal vez dando muestras de otra más de sus acciones revolucionarias, lo cierto es que Su Señoría, ha vuelto a poner de manifiesto, quién sabe si a propios o a extraños, que los que dudaban de su imparcialidad o, mejor dicho, quienes apostaban abiertamente por lo gustosos que algunos acusados se mostraban al conocer de su designación, puede que ahora se arrepientan abiertamente de tal hecho.

Mas lejos de distraer la atención en cuestiones técnicas, cuando no abiertamente procedimentales, lo cierto es que de aquello de lo que no conviene nos distraigamos un solo segundo, es del hecho incuestionable según el cual, lo que en principio eran los papeles de Bárcenas, son hoy los papeles del Partido Popular.
Dicho de otra manera, desde el inicio de las investigaciones, una de las pocas cosas que ha quedado clara, es que hemos pasado de tratar de averiguar cómo BÁRCENAS amasó una fortuna superior a los diez mil millones de pesetas; a tratar de aclarar el grado de implicación que tal hecho tiene en la más que posible existencia de una contabilidad fraudulenta en el Partido Popular.

Parece que nos hallamos así en disposición de decir qué, efectivamente, a la estafa metafísica a la que tantas y tantas veces hemos hecho alusión en lo concerniente a que el Partido Popular se alzase con la victoria electoral por medio de poner de manifiesto un programa electoral que en absoluto estaba destinado a ser cumplido una vez se lograra el único objetivo claro, a saber lograr habitar el Palacio de La Moncloa; podemos ahora ya sí, sin el menor género de dudas añadir elementos físicos y constatables, ajenos éstos a la interpretación, lo que los hace más dignos de ser tenidos en cuenta, en tanto que la fría realidad a la que en este caso nos transportan las cifras, nos llevan inexorablemente a comprender qué, para nuestra absoluta desgracia conceptual, las acusaciones no dependen ya de someras consideraciones ideológicas, por ende sometibles al coeficiente de la interpretación; sino que éstas han pasado ya al terreno de la consideración objetiva.

Llegados ya a tales extremos, el hecho de que un juez considere oportuno cuando no interesante para el buen discurrir de un caso, el que la guardia pretoriana del actual Presidente del Gobierno declare en sede judicial, y lo haga además en calidad de testigo (guardándose, no lo olvidemos, la capacidad de modificar semejante condición si lo cree conveniente); supone de forma indudable un salto cualitativo de consecuencias tal vez no lo suficientemente consideradas toda vez qué, tal y como dijo el propio Presidente en Sede Parlamentaria, un acusado tiene derecho a mentir, o a cambiar de versión las veces que considere oportunas, si con ello mejora su defensa.

Pero lo cierto es que a estas horas, aunque tal vez convenga añadir un todavía, ni COSPEDAL, CASCOS ni por supuesto ARENAS, están acusados. Es por ello que su condición de estar citados como testigos, les hace responsables a todos los efectos en caso de mentir, lo que añade sin duda, responsabilidad tanto al contenido como a la forma de sus declaraciones, (puede que por ahí haya que comenzar a buscar el sentido de las declaraciones efectuadas por el Sr. Gómez de Liaño, como sabemos letrado defensor de Bárcenas, al cual esta misma mañana se mostraba tan interesado en constatarle a la prensa lo adecuado de los cauces por los que en todo momento ha transcurrido la sesión de declaraciones.

Y en mitad de todo esto, como ni puede ser de otra manera, el Sr. Rajoy y su cada vez más puesta en duda capacidad para seguir ostentando la responsabilidad a la que condiciona ser Presidente del Gobierno de España.
Así, hablando en términos de responsabilidad, algunos no dudamos en afirmar la más que complicada posición en la que ha quedado una vez que se ha demostrado cómo, efectivamente, no le dolió prenda el mentir en Sede Parlamentaria.

Así, la reciente aparición de documentos tales como una nómina extendida a nombre de Luis Bárcenas, prueba la pertenencia de éste señor a las filas del Partido Popular transcurrido mucho tiempo más allá del que el Sr. Presidente reconoció la pertenencia del tesorero a las filas del Partido Popular.

Se trata pues de, una vez alcanzado el actual grado de sindiós, de plantearnos la necesidad de considerar si existen muchas cuestiones, aparte de la mera de hallarnos en pleno mes de agosto, que nos ayuden a comprender por qué llegados a estas alturas, el Sr. Presidente aún no ha dimitido, o ha convocado directamente elecciones.


Luis Jonás VEGAS VELASCO.

miércoles, 7 de agosto de 2013

DE LA “OPERACIÓN MALVINAS” A AGOSTOS INCONFESABLES, PASANDO POR “EL CUADRO DE BÁRCENAS”.

Resulta espectacular, por no decir que altamente satisfactorio, comprobar cómo, día a día, la capacidad de sorpresa de la que es capaz de hacer gala el individuo común, se ve rápidamente superada, bastando con ello el proceder más o menos atento en forma de atenta observación para con las conductas del común que nos rodea; consolidando con ello la paradoja de ver cómo semejante hecho, consolida a su vez el aumento de la mencionada capacidad.

Así, solo así, podemos en la mayoría de ocasiones no ya llegar a comprender, a lo sumo bastará con llegar a ubicar, la forma de proceder del mencionado común, una vez que el individuo objeto en este caso de nuestro estudio, considera absolutamente superados todos y cada uno de los límites que una vez dieron lugar a lo que él mismo llegó a considerar como una verdaderamente seria capacidad de comprender el mundo que le rodeaba.

Y es entonces cuando, una vez transcurrido el periodo mínimo necesario para llegar a encajar la realidad. Periodo mínimo necesario para en la mayoría de los casos asumir la peculiaridad del mundo que le rodea, y del que aunque solo sea accidentalmente forma parte; es entonces que llega agosto, y lo hecha todo a perder.
Porque no es ya que sea agosto el mes en el que una situación jurídica de la que depende tu estabilidad, cuando no abiertamente tu economía, pueda pararse sencillamente porque agosto no es lectivo. No es ya que un trámite burocrático para con la sempiternamente temida Hacienda Pública pueda irse al garete, no tanto por tu falta de voluntad para solucionarlo, como sí más bien porque la funcionaria que te lo tramitó durante meses se encuentra ahora disfrutando de sus sin duda merecida vacaciones; es que descubrimos con desazón que no hay nadie en toda la entidad que pueda repescar el expediente, el cual habrá de dormir el sueño de Los Justos de Abraham, en tanto que la funcionaria duerme sus siestas estivales…

Pero en fin, sinceramente, ¿qué podemos en realidad achacarle a nadie, cuando el mismísimo RAJOY se permite el lujo de cerrar el país por vacaciones?

Aunque de verdad, ya puestos, en lugar de cerrar por vacaciones, podía más bien cerrar por reformas.
Reformas como la aprobada la semana pasada, con la que ha venido a poner literalmente patas arriba las estructuras municipales. Todo ello en un país que adolece de una conocida incapacidad burocrática, la cual se ha traducido siempre en una más que dolorosa relación entre el Pueblo y la Administración. Relación ésta que en la mayoría de ocasiones se ha encargado de suavizar la Administración Local, haciendo uso del cajón de sastre que éstos rápidamente han pasado a denominar competencias impropias. ¿No se tratará más bien de un uso de incompetencia propia, la suya?
Reformas como la de la Transparencia en Materia Presupuestaria. Otra de las Joyas de la Corona, a la sazón defenestrada por la, más que aprobación, concesión, sufrida con la denominada Ley de Déficit “a la carta”.

Pero la verdad es que no pasa nada, más bien no puede pasar nada, cuando todavía resuenan en nuestros por otro lado educados oídos, los ecos de la más que gloriosa intervención del Sr. Presidente ante el Pleno del Congreso. Glorioso fue el fin de la cita, antes de desearse todos, sin dejarse a ninguno, unas más que felices vacaciones porque este año, sin duda, se lo han currado.

Aunque para cita, la que el malote del Sr. Juez RUZ les ha puesto a algunos de los dirigentes del Partido Popular. Lo escribo literalmente con todas las letras porque, visto lo visto, o mejor dicho, oído lo oído, a algunos tertulianos de radio les cuesta verdaderamente llegar a asumir que, efectivamente, altos dirigentes y cargos del, reitero, Partido Popular, habrán de asistir a mediados de este mes de agosto no tanto a clases particulares, como sí a una cita en la que, más que previsiblemente les sigan quedando varias para septiembre.
Pero que no se preocupen porque, como el otro día muy gráficamente explicó el propio Sr. Presidente, en este país uno tiene derecho a mentir, cuando no a cambiar de versión. Lo de las concesiones de basura en Toledo, ¿es una versión, o es original, y con subtítulos?

Pero que nadie se preocupe, que nos veremos en septiembre. Porque de ello no nos libra ni la Ley WERT. Un septiembre que verá cómo no solo los jóvenes habrán de dejar de estudiar por no poder costearse objetivamente las matrículas, sino que incluso tendrá otra edición de lo que desde 1996 se viene llamando Universidad de la Experiencia, y que en este caso se regodeará mostrando en clase de economía doméstica la manera de sobrevivir de un Pensionista Medio una vez que el Gobierno lleve a cabo la tan esperada reforma de la Ley de Pensiones.

Así que, de las cuatrimestrales ni hablamos.

Pero de lo que no me resisto a hablar, es de esos Primeros Ediles que, ni cortos ni perezosos hacen buena la aseveración de aquél político argentino que afirmó someramente que…desgraciadamente, la yeguada está flaca.

Está flaca, literalmente, porque adolece de una imperdonable ausencia de músculo político. Y lo peor es que la causa de tal hecho, ha de ser buscada precisamente en uno de esos hechos de los que por otro lado más orgullosos nos sentimos. Nada más y nada menos que la por otro lado tan querida Transición.
Es la Transición, no ya tanto en sí misma, como sí más bien en su proceder, y en el efecto que causa; un ente asumible desde la misma perspectiva desde la que muchos asumimos la existencia de los billetes de 500 euros. Todos hemos oído hablar de ellos, más son muy pocos los que verdaderamente pueden presumir de haber sido objeto del tacto de alguno de ellos.

Volviendo a la realidad, e incluso si se atreven, o más bien si les apetece a la seriedad, podremos llegar a afirmar que el distanciamiento del español de calle para con el proceso de transición en general, posibilitó una vez más el logro de otro de los grandes padecimientos que España tiene. El ver cómo la mayoría de sus ciudadanos ceden gustosos el valor de su opinión, a una serie de gobernantes que, al contrario de lo que pasa en la mayoría de sociedades desarrolladas que nos rodean, no han tenido que demostrar a nadie, al menos no a nadie de manera seria, su valía en alguna disciplina externa.
Consolidamos con ello la certeza del drama que para España y su política constituye el Político Profesional. Me refiero a aquél que desde joven, desde que literalmente era un cachorro, en el caso que nos ocupa en Juventudes, o en Nuevas Generaciones, se ganaba el “respeto” de su Secretario de Organización, en la mayoría de ocasiones pegando carteles en las campañas electorales. Cierto es que algunos tenían que madrugar más que otros.

Sarcasmos y/o cinismos aparte, lo que vengo a poner de manifiesto es otra de esas grandes paradojas que llevan a un país como el nuestro a mandar a sus Fuerzas Armadas a miles de kilómetros a defender la democracia, cuando en su propio territorio imperan las ficciones de las listas cerradas. Suerte que como dijo CHOWMKIS, El ejército está para defender la Democracia, no para practicarla.

Y es así que una vez inmersos en esta inmensa ciénaga, que uno tiene verdaderamente grandes problemas para no salir enfangado. Así, ver cómo se las gasta el Équite Municipal, ciertamente no resulta muy gratificante. De ahí que, en un momento de enajenación facciosa transitoria, uno pueda llegar a poner en duda, y lo peor de todo es que lo haga argumentadamente, la certeza de que, verdaderamente, sea bueno que cualquiera pueda elegir y ser elegido en un proceso electoral.

Y de verdad que resulta si cabe menos gratificante la aportación que a tal causa llevan a cabo, no sabemos si de manera consciente o inconsciente, pero sin duda poco meditada; Primeros Ediles como en este caso la Sra. Alcaldesa del  Excmo. Ayto. de Arenas de San Pedro la cual, ni corta ni perezosa, gusta de ordenar la retirada de cuadros alusivos en el caso que nos trae aquí a BÁRCENAS.
Interrogada sobre el hecho, una vez que el sonrojo ha superado el ámbito incluso regional, para convertirse en chanza nacional (épica la entrevista en La Sexta), a la ínclita no le duele prenda en reconocer la acción motivada en una llamada procedente del Partido.
Al razonamiento subsiguiente, se le llama silogismo. No nos detendremos a analizar sus concepciones filosóficas. Nos limitaremos a decir que en términos políticos tiene una sola traducción, citando para ello a CELA. “llegados a ese punto, o estás jodido, o en vías de estarlo.”

En resumidas cuentas, y sin llegar a entrar en Gibraltar. Agosto. ¡Qué gran mes para perderse!



Luis Jonás VEGAS VELASCO.