jueves, 28 de julio de 2011

DE CUANDO EL PRESENTE NOS SOBREPASA, DE LO INEXORABLE DEL AQUÍ Y DEL AHORA.


Una de las mejores definiciones de presente es aquella que se da en términos axiológicos. Es aquella que dice que el presente es tal cuando el pasado recupera su actualidad en forma de responsabilidades, determinando de forma inexorable los acontecimientos que sin duda harán propio nuestro futuro.

Por ello de eso, de responsabilidades, y de la forma tan peculiar que tenemos de afrontarla, será de lo que hablaremos en el día de hoy.

La serpiente ha dado la cara. Lo ha hecho en Noruega, sin duda uno de los sitios en los que menos se la esperaba. Sin embargo, si lo pensamos con detenimiento no es algo realmente tan carente de lógica. Así, comportamientos tan denostables para la condición humana como son los acaecidos en Oslo y en el islote no por innombrable hoy menos famoso, no hacen sino poner de relevancia la realidad de un mundo en el que la más que evidente Crisis Económica no hace sino ocultar de manera flagrante otra crisis mucho más dañina, y sin duda mucho más duradera, cual es la de la ausencia de valores a la que sin duda habremos de hacer frente en el futuro más inmediato.

Porque si la serpiente ha sacado la cola en Noruega, no es menos cierto que sus raíces se hunden mucho más allá. Se hunden en una Europa que esconde en el armario de la ropa sucia una ingente cantidad de pasado que, a día de hoy todavía no puede ser exonerado. Se hunden en una Europa que esconde en el baúl de los recuerdos historias que, todavía a día de hoy, hacen estremecerse no ya al que las escucha, sino al que las cuenta porque las conoce. Pero se esconde de manera definitiva en la irresponsabilidad absoluta que se deriva de construir todo un edificio, nada menos que la certificación definitiva del Sacrosanto Proyecto Carolingio, apoyándolo en los obsoletos pilares que proporciona una axiología basada netamente en la ficción propia de un Código de Valores que no procede sino de la revisión rápida y solapada que algunos hicieron de la interpretación sesgada de valores que, si no han sido definitivamente desechados no ha sido por su condición de obsoletos, sino por la falta de capacidad, o deberíamos decir de vergüenza, de la que han hecho objeto la mayoría de nuestros dirigentes.

Y si la incompetencia siempre cuesta dinero en tanto que tiempo, en el caso de la Moral, y de la Construcción de Proyectos como el Europeo, ese tiempo se mide en generaciones. La Derecha Cavernaria, por definición reaccionaria y taciturna, tenía muy clara su misión. En un primer lugar, se trataba de salvar los muebles que quedasen tras la caída de Berlín. La excusa en la que rápidamente se convirtió el posible avance del Marxismo que la antigua URRS representaba; dio pie a que el silencio cómplice de unos, y la acción abierta de otros, impidiera como en principio se deseó, la absoluta desaparición del Movimiento Nacional Socialista, así como de cualquiera de sus acepciones. Así, la panoplia del Juicio de Nuremberg proporcionó la cortina de humo imprescindible para ocultar el trasiego de científicos nazis a EE UU por un lado, mientras que en Europa nos dejaban la basura, en forma de esa denostable caterva de ideólogos wagnerianos que siguen creyendo en la Walkiria. Como muestra, un botón, la pasada semana hubo de ser exhumado el cuerpo de uno de los más reputados asesores de A. Hitler en Alemania. La causa, el Ayuntamiento está harto de tener que lidiar cada tres de agosto con la manada de enfermos que acuden a celebrar sus acciones pasadas. Entre alguno de sus mayores logros, ser uno de los incendiarios de la Solución Final.

Mientras, en Europa recogemos la semilla que lleva años germinando. La continua lucha que desde 1948 se libra en silencio en los campos europeos, es ahora una lucha silenciosa, sin héroes ni victorias. Es una lucha que se desarrolla en terrenos tan dispares que van desde los palcos de algunas instituciones universitarias, hasta los púlpitos de las iglesias, pasando qué duda cabe por los sillones de los Consejos de Administración de algunas de las Empresas más influyentes de Mundo. Es una lucha sin uniformes, en la que ahora la posesión del Capital ha sustituido a la obligación de conquistar terreno al enemigo, una lucha en la que los uniformes han dado paso a los trajes de americana, y en la que la posesión de una conexión WI-FI puede ser un arma de destrucción masiva.

Y en medio de esto, una vez más. España. El papel que nuestro país juega en esta nueva batalla no es nuevo. No se trata ya sólo de que con la participación directa de la Iglesia, a través de la acción de su Sumo Pontífice Pio XII, por España transitaran libremente más de treinta y cinco mil nazis dotados de pasaporte del Vaticano, con destino a América del Sur, Argentina y Brasil primordialmente. ¿Qué habría de pensar la Banca Marchs entre otros cuando sus arcas se llenaron de activos procedentes del exterminio de aquellos que un día les fueron propios? Respuesta, el dinero no es romántico.

Por eso, no es del todo mal pensado volver a someter a cuestión la posibilidad de analizar los efectos que en España tiene la presencia reconocida de más de mil nazis los cuales, más allá de vivir a cuerpo de rey, infectaron sin remisión el tejido moral de España, creando unas dudas propias de miserables sobre asuntos que no ofrecen duda categórica alguna. Tal vez una de las causas de esta permisividad, deba ser buscada en esas más de cien empresas que componían el 76% del PIB en mil novecientos cincuenta y seis, y cuyo capital procedía directamente de los ardides nazis.

Así es, en definitiva, cómo se puede empezar a entender a un país que, a día de hoy, necesita de una Ley no ya sólo para saber cuándo pensar, sino por encima de ello cómo hacerlo (De Memoria Histórica la llaman), y que luego desmantela a los jueces que se atreven a ponerla en práctica. Una de las causas, la irrefutable lucha soterrada a la que en este país asistimos, en Campaña Electoral abiertamente, y en las barras de las tabernas más escondida y visceral.

Una lucha en la que en definitiva se enfrentan valores contrapuestos, valores que se diferencian en la forma de ver y entender cosas como el Derecho a la Vida, a la Libertad, a la Educación, y a ese cúmulo de cosas que, lamentablemente hemos creído que nos eran algo propio, por lo que no era necesario luchar.

Cada batalla a la que renunciábamos, era una Guerra que ganaban ellos por incomparecencia. Cada incomparecencia constituía una renuncia silenciosa, renuncia a luchar por lo justo, renuncia a denunciar lo imperdonable.

Hoy mirad como estamos.

Y esa misma serpiente, es la que tapa la boca del niño con la cola, mientras hunde sus fauces en el pecho desprotegido de la complacida madre. Al amanecer, el llanto lastimero del niño hambriento despierta a una madre que, un día más desesperada comprueba como de sus pechos no sale más leche, mientras el infante se cae de inanición. Pero la bicha en sabia, siempre le deja un poco, las escurrieras, lo justo para que el niño se mantenga vivo, en la vana ilusión de la vida. Así ella no habrá de enfrentarse al riesgo de buscar otra víctima, con el riesgo de que los perros la descabecen definitivamente.

A eso nos enfrentamos. Eso es lo que quisimos, porque sin duda lo hemos permitido.

Y finalmente, las previsiones de Juan, en el Apocalipsis, se hacen certezas, y se manifiestan de manera irrefutable para cualquiera que tenga el valor de admitirlo. El Capitalismo se ha ido, y lo ha hecho para no volver.

En breves palabras, el Capitalismo se basa en la gestión especulativa, esto es, en la evolución del precio de las cosas en la medida en que factores externos a ellas mismas modifican su condición, a saber, su valor, sin que se produzca ninguna modificación plausible y constatable en la naturaleza de tales cosas. Este fenómeno, conocido como especulación, es el que hace que la libre circulación de capitales, se convierta hoy en día en la mayor fuente de producción de riqueza en sí misma. Mover dinero genera dinero en sí mismo, y por eso estamos hoy permitiendo que miles de personas pasen hambre en el Cuerno de África, habiendo almacenes con alimentos allí mismo. La causa, aquellos que tienen la llave, la burocracia, no han decidido que ha llegado el momento de abrir las puertas

El Capitalismo se fundamenta en la libertad de mercado. Según sus principios, de este movimiento se suscitará todo, desde las leyes hasta la Axiología, pasando por la educación, la cual formará buenos “aprendices de brujo”.

La realidad es otra por sencilla sorprendente. El valor de todo se logra atendiendo a métodos comparativos. Las cosas valen dependiendo de El Mercado, de La Bolsa, del valor del barril de petróleo, o de la combinación de una serie de cosas que, como denominador común presentan la eterna comparación con algo.

Y al final de la cadena de comparaciones, de una manera u otra, los Estados Unidos. Creador del Capitalismo, y su ferviente guardián. Entonces, si Estados Unidos está en Bancarrota, ¿Qué le queda al Capitalismo?

Si lo digo yo, no tiene valor. El Director del Telegrapg, Charles MOORE, lo puso por escrito el otro día: “Estoy empezando a reconsiderar la posibilidad de que algunas de las cosas que dice la izquierda no estén tan equivocadas.”

Luis Jonás VEGAS VELASCO.


http://www.telegraph.co.uk/news/politics/8655106/Im-starting-to-think-that-the-Left-might-actually-be-right.html

jueves, 21 de julio de 2011

DE LA ÉTICA DE KANT, A CINCUENTA MIL EUROS DE CAMPS


Cincuenta mil euros tienen la culpa. A eso se reduce al parecer el dilema. Cincuenta mil euros parecen ser en sí misma la culpa, y por eso ahora mismo el debate parece estar encaminado hacia cual debe ser la forma de recaudarlos en tanto que menos dolosa.

Sin embargo, antes de que el discurrir de las palabras en el teclado, que a saber en redacción es el mejor paralelismo que se puede establecer respecto del tiempo, hemos de hacer todo lo posible por no caer en los dislates, cuando no abiertamente en los desmanes de aquellos que, bien por profesión, o bien en el ejercicio de ciertas obligaciones nunca lo suficientemente aprendidas, caen abiertamente en la necesidad cuando no en el descrédito derivado de hacer todo lo posible por convertir lo blanco en negro.

Muchos recordarán la imagen de una famosa tonadillera que, ante un hecho delictivo relacionado en este caso con un impago y posterior fraude a la Hacienda Pública, afirmó sin trauma alguno que, a una peseta que donara cada español, su deuda quedaría saldada.

Así, en términos de fácil comprensión E. KANT dice en La Crítica de la Razón Práctica, publicada a mediados del siglo XVIII, que la medida de la culpa, y en consecuencia el valor moral (y ético) del esfuerzo de restitución que es exigible, no depende del volumen del dolo. El daño ético, y por ende el moral, son absolutos en sí mismos, esto es, no son restituibles atendiendo a criterios de proporcionalidad, en tanto que la acción es mala o negligente en sí misma.

Definitivamente, a estas alturas, la responsabilidad política de Valencia y de los valencianos, no puede ni debe ser tasada en cincuenta mil euros. La verdad es que el hecho derivado de que su Presidente sea ya, ahora sí sin duda alguna, elemento que va a ser juzgado por un caso con indicios más que evidentes de Cohecho Impropio, tampoco puede quedar soslayado por el hecho de que este señor, en pleno proceso de instrucción de su cargo, acceda de nuevo a la presidencia del Gobierno de Valencia con una mayoría absoluta.

Citando a su anterior Cuestor en el Cargo, a saber el señor Aznar: “ Las mayorías quitan y ponen gobernantes, pero no pueden crear verdades” Qué gran frase, y que a tiempo.

Y en medio de esto D. M. Rajoy. No le arriendo las ganancias. De órdago hubieron de ser las llamadas de teléfono. Inimaginable el efecto del Sr. Camps declarando en los juzgados, aunque sea en los de su “íntimo amigo”, en pleno mes de octubre, en plena campaña electoral. Eso, unido al puck psicológico que lleva atesorado el ir a votar el veinte de octubre, verdaderamente hubiera sido demasiado, incluso para ellos.

Y en medio de todo esto, ahora quedan los marrons que habrán de tragarse los flamantes vencedores de las recientes autonómicas. Si el cabreo de la Sra de Cospedal ha de ser igual de flamante, ya no se habla de sus facturas, y la petición de inhabilitación para el Sr. Barreda no ha hecho ni ruido; ahora habremos de prepararnos para la carga de la Brigada Ligera. Como muestra, un botón. Esta mañana Dª Luisa Fernanda, recién nombrada Presidenta de Aragón, ha tenido que capear el temporal en el que se ha convertido su primera entrevista en Radio Nacional, con perlas como aquella según la cual (…) si bien ir a 180 por hora es un delito, el ser responsable de la muerte de alguien lo es también, y a nadie se le ocurre compararlos. Sra. Luisa Fernanda. Ud es tasadora de profesión, por ello ha de ser más responsable en sus catalogaciones relativas a las cuantificaciones. O dicho de otra manera, ¿Ve usted por qué es necesario leer a Kant?

Y de un alemán que resultó decisivo hace doscientos cincuenta años, a otros que lo son en la actualidad. Hoy se reúnen en Bruselas en Consejo de Emergencia los 27. La idea es atroz por lo sencilla. O salvamos el Euro, y la Política Económica Comunitaria que representa, o se va todo al demonio. Y de nuevo una alemana, en este caso su Canciller, es el óvolo en torno al que gira todo el orbe.

Y de nuevo la Banca, la nueva Banca. Bankia, y los sustos de salida a bolsa (El Sr. Rato estuvo a punto de comerse la campana), sin embargo vamos a ser sus cliente, aquellos que una vez lo fuimos de una Caja de ahorros, los que pronto empecemos a comernos los efectos de lo que supone estar en un banco. Se acuerdan de aquellos tiempos en los que teníamos nuestros ahorros en un banco. Teníamos participación en una obra social, que entre otras cosas llevaba por nuestros pueblos acción cultural. Ahora habremos de disfrutar con los nuevos colores.

A propósito, se acuerdan de esa otra empresa que, allá por 1996 se privatizó, incluyendo en su venta un monopolio de telecomunicaciones y una cartera de clientes. Al poco su Presidente fue nombrado mejor empresario del año. A lo mejor el Sr. Rato también recibe una recompensa.

Y mientras, a esperar el milagro, seguro que el mero paso del tiempo, trae asociado el progreso.

Luis Jonás VEGAS VELASCO.

jueves, 14 de julio de 2011

DEL MES DE JULIO, Y DE LAS PASIONES QUE DESPIERTA.


Resulta evidente, que las fiebres y los calores propios del mes de julio, deben de tener necesariamente alguna clase de influencia en la mentalidad de aquellos que, bien por aprendices de brujo, o simplemente por constituirse en salvadores de la patria, deciden sobre la obra, vida y milagros, de aquellos sus coetáneos que desgraciadamente para ellos comparten tiempo, cuando no ubicación geográfica.

Desde aquél catorce de julio de 1789, en el que un nutrido grupo de famélicos, eso si encabronados franceses decidieron lanzarse románticamente contra La Bastilla, poniendo en evidencias las miserias de un Sistema que no sólo por absolutista, sino principalmente por estar en manos de un beodo político; se hacía pedazos; hasta un dieciocho de julio en este caso de año más cercano, y a la sazón y por proximidad más infausto recuerdo, en el que un aprendiz de caballero español decidió que un grupo de desarrapados, a saber y tal vez los perro-flautas del momento, no iban a mandar sobre él, podemos citar un sinnúmero de acontecimientos cuyo fin no podemos citar con precisión, aunque sí podemos ubicar su principio, julio.

Y en julio estamos, y para más señas, con Alemania de por medio. Desde que en julio de 1521 un jovencísimo Carlos I de España, (Y V de Alemania), pusiera pie en tierra, los designios de España y Alemania han estado entretejidos por la misma secuencia, la que marca la construcción de Europa y su proyecto, un proyecto que, para bien o para mal siempre ha estado cifrado según el código que estas dos potencias han marcado.

Europa nació siendo un proyecto económico ( no en vano Carlos fue nombrado Emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico a golpes de los Kilos de oro que se cargaron desde las Cortes,) sin embargo, hubo de ser a través de Felipe II, probablemente el gobernante que, a pesar del tiempo transcurrido, mejor ha sabido comprender la valía del proyecto europeo. Fueron en este caso los problemas de intransigencia religiosa, ubicados de nuevo en Alemania, si bien con la participación de por las todavía entonces colonias de Países Bajos, con la crisis de los hugonotes, los que desestabilizarían Europa. Si bien, la rápida e incuestionable reacción del monarca en pos de garantizar la valía y la vigencia del proyecto, no dejó lugar a dudas sobre el proceder que se debía seguir al respecto, ni en aquél lejano pasado, ni en potenciales futuribles. Y de nuevo para ello fue imprescindible dar un toque de atención a Alemania, y de paso regalar un cogotazo a Inglaterra y a Francia, que tomaron cumplida nota por aquello del aviso a navegantes.

Y por eso hoy, observamos con el desasosiego del abochornado, y con la congoja del que ya no tiene ganas de más, el espectáculo por el que se subastan el proyecto europeo.

Que Europa renaciera al presente a través de una acuerdo comercial, aquél vetusto Benelux con el que Bélgica, Holanda y Luxemburgo jugaban a cicerones, fue algo impresentable. Y por impresentable no podía hacer sino empeorar con aquella reunión la que dio paso al Pacto de Roma, que aparentemente saldaba todas las deudas, incluidas la futuras.

Acciones como esta devolvieron la esperanza de que el proyecto Europa recuperase en algún momento su transfondo social, ese que nunca debió perder; sin embargo, maniobras como las de Maastricht, y más concretamente el marcado giro hacia la exclusividad económica, pronto nos hicieron comprender que la teoría europea había sido pervertida para siempre.

Y así estamos hoy. Narcotizados, sodomizados. Sumergidos en una vorágine de autocastigo, en la que el exceso de culpa, nos hunde en la miseria del pavor. Nuestro horizonte de sucesos se estrecha peligrosamente, impidiéndonos ver más allá de dos palmos, que es en realidad la distancia desde la que están llevando a cabo sus cambalaches aquellos que, una vez más se reparten los despojos del cadáver que ellos han ayudado a matar.

Porque eso es lo que han hecho, unos, y otros. Desde el FMI, hasta el BCE, pasando qué duda cabe por la Cancillería del Reich, (huy, perdón, de la Alemania Reunificada) la cual, a través de la acción, o lo que es peor de la falta de acción de una nueva Dama de Hierro que decide sobre la nueva forma de muerte de Europa; consiente con ojos misteriosos, la caída de aquello que, como uno de sus predecesores, de recuerdo funesto, nunca fue capaz de calibrar. No seré yo quien diga que se está cobrando las deudas de los rencores de su particular Tratado de Versalles.

Y mientras, Estados Unidos de América. ¿Alguien puede decirme si el que fuera el último dinosaurio del planeta era consciente de que tras él, sólo quedaba la extinción? De lo que no me cabe duda es de que con la más que pronta caída de EE.UU. se cierra de manera definitiva una manera de hacer política, una manera de comprender el mundo. Europa, paladín del Capitalismo, entrega la cuchara. Que nadie se confunda, tanto el país, como lo que es mejor, la forma de concebir el mundo, que es lo que en definitiva representa, languidecen, heridos de muerte, comprobamos como China, y los miles de millones de dólares americanos que tiene en sus arcas, no necesitan actuar, ni en uno ni en otro sentido. Nunca mejor dicho, les basta con esperar. Aunque esperan creciendo a un ritmo de crecimiento del 9,5%, tal y como confirma el estudio del segundo trimestre del presente 2011.

En definitiva, el cambio prometido ya está aquí. Como en el cuento de la vieja y la cebolla, que cada cual vaya haciendo recuento de sus acciones, porque el Capital ha sido sentado en el banquillo, y su juicio se acerca y es inminente, a pesar de todo, eso es algo que me produce profunda satisfacción.

Luis Jonás VEGAS VELASCO.

jueves, 7 de julio de 2011

DE CUANDO ALGO RESUENA EN TU CABEZA.


Al menos, y de entrada, eso debería suscitar un pensamiento cuando en origen positivo, el que se deriva de poder afirmar con absoluta rotundidad que, efectivamente, tienes cabeza. De todos es sabido que a menudo en las personas que han sufrido la amputación parcial de un miembro, se da el curioso fenómeno según el cual afirman sentir picores, cuando no abiertamente dolores, en el miembro desaparecido.

Y algo parecido a eso, es lo que hemos sufrido aquellos que nos hemos visto a priori obligados a desvincularnos entre otras cosas de nuestra cita semanal con las ondas. La responsabilidad, o al menos una interpretación de esta, nos obligaba a marcharnos en pos de no causar, o ser en todo caso la excusa perfecta, de males mayores. Sin embargo, es esa misma responsabilidad la que semana tras semana, siempre en el mismo día, y curiosamente a la misma hora, se materializaba ante nosotros en forma de reproche, casi de ofensa. Se volvía contra nosotros, a modo de ente inquino, para desligarse de la realidad, intentando rebuscar más allá de las causas argüidas, en pos del verdadero motivo. O al menos de la respuesta que satisficiera sus pretensiones.

De igual manera, la opinión de personas a las que admiramos, a las que respetamos, y a las que abiertamente queremos, mostraban con contundencia, cuando no con denodada fuerza, su disconformidad con la decisión abiertamente unilateral de marcharnos. Huelga decir que, más allá del orgullo que proporciona el saber que te escuchan, que incluso llegan a hacerlo con fruición, está el hecho de ser consciente de que te conviertes en alguien importante para ellos, en alguien que, semana tras semana, irrumpes en su intimidad más absoluta, la del pensamiento y la opinión. Maef ZUKERBËRG describió esto en su momento como el verdadero poder de la información. Tal y como recordaba hoy mismo en su columna el nunca suficientemente valorado Baúl DEL POZO, un prestigioso político francés dijo en su momento que su verdadero Partido Político lo constituye la Publicidad. Para nosotros, la única y a la sazón mayor fuerza parte del hecho de saber que efectivamente existes, para gente que efectivamente existe. Eso, y nada más, es lo que nos separa de los Estudios Generales de Medios, y en definitiva nos mantiene alejados de drogas tales como la audiencia.

De todos modos, atribuir a aquellos que nos aprecian todo el motivo de nuestra vuelta, sería faltar a la verdad, a la par que contraproducente. T. JEFFERSON dijo que cuando celebres la atribución de un éxito, valora a quién se lo debes, si a los que siempre y abiertamente te apoyaron, o a aquellos que insistieron en que nunca lo lograrías.

Y es aquí donde, qué duda cabe, se hace necesario empezar a poner nombre, cuando no apellidos, a las cosas. El vuelco electoral acaecido en las últimas Elecciones Autonómicas y Municipales, ha conformado un mapa político que contrasta radicalmente con el que existía previa a la celebración de las mencionadas. De todos es sabido, y a nadie ha de escapársele ya, tal y como se desprende continuamente de nuestras afirmaciones, que el cambio no es satisfactorio, a la vez que mucho menos lo es la forme mediante la que éste se ha producido. Sin embargo es momento ya de decir aquello de que efectivamente, acatamos, si bien no asumimos.

Transcurrido ya el plazo mínimo de tiempo que puede dársele a cualquier político Nobel que accede a un cargo, podemos no obstante empezar igualmente a ver en aquellos nuevos alcaldes que han accedido al poder, haciéndolo además con mayorías absolutas, los primeros síntomas de la que sin duda se conoce como enfermedad de Pepito en relación a los carguitos. Una de las primeras manifestaciones de la misma, es aquella por la que, en un además de excesiva fuerza, se atribuyen la capacidad manifiesta de hacer frente a todas y cada una de las formas que la acción crítica pueda aceptar. Pues maravilloso, aceptamos el reto. Hagamos de la crítica elegante la forma y abiertamente el procedimiento que a partir de hoy determine nuestra relación.

Que nadie se confunda, en Política no existe la crítica constructiva. Eso queda para retraídos y para frustrados, que ven en la derrota política algo digno de ser salvado. Como afirmó KENNEDY, Aquél que gobierna empieza a desgastarse incluso antes de poder ejercer de manera eficaz su acción de gobierno.

Nosotros no seremos Pepito GRILLO. No seremos en consecuencia la “voz de su conciencia”. Simple y llanamente porque no les atribuimos capacidad para tanto recorrido, al menos en el terreno político.

Nosotros seremos como una aldaba. Resonaremos una y otra vez, lentos, pero seguros, embargados de la fuerza que da saber que, con o sin nosotros, ustedes se acostarán un poco más débiles de lo que se levantaron.

Ustedes se encuentran cómodamente instalados en el sillón del Ejercicio del Poder. Nosotros estamos en el de la crítica descarnada a la que obliga el ejercicio de la oposición. Cuando esa circunstancia que en Política se llama responsabilidad, baje a exigir sus sacrificios en el Altar de la Decisión, veremos quién queda para contarlo.

Luis Jonás VEGAS VELASCO.