
Porque si a estas alturas una y sólo una cosa parece clara,
más bien transparente y cristalina, es que todo se ha terminado. El Sistema,
entendiendo como tal por supuesto no sólo la cadena de elementos que vienen a
componerlo, sino esencialmente los vínculos y relaciones que lo sustentaban, ha
quedado eliminado. Y lo que es peor, a los que han puesto todo su empeño en
llevar a cabo semejante acción, no les ha bastado con la destrucción en sí
misma; se han esmerado en hacer desaparecer los restos, desarrollando el sádico
arte de asegurarse que la potencial labor que un futuro, lejano, que a nadie le
quepa duda, se vea salpicadas por la mayor de las dificultades.
No voy a perder el tiempo, ni por supuesto voy a osar
hacérselo perder a cualquiera de los que tenga a bien dedicar unos minutos a la
lectura del presente; recalando nuevamente en el puerto de las penas, dedicando un solo segundo a la que sería
enésima enumeración de las barrabasadas ejecutadas
por D. Mariano RAJOY, pero desarrolladas por algunas de las mentes más
sibilinas de este país. Simplemente, me limitaré
a un ejercicio de contracción de la realidad, señalando una vez más que este país no puede soportar un Gobierno de
La Derecha.
Matizaré mis palabras, no con ánimo de exculparas, sino con
el ánimo de precisarlas; al hacer especial mención al hecho de que poner al
frente del país a la
Derecha Cavernaria , precisamente en el momento en el que hemos
de tomar medidas de calado histórico, cuyas repercusiones sin duda se
prolongarán en el tiempo, constituye un verdadero acto de irresponsabilidad de
la que, una vez más, habremos de hacer responsable directo al votante español.
Puestos a buscar responsabilidades, resulta evidente que
éstas se encontrarán, como ocurre con la mayoría de las cosas en los últimos cinco
años, inmersas en medio del maremágnum, en
el que se ha convertido la tan traída y
llevada, aunque para algunos siempre socorrida Crisis.
Así, es cierto que la Crisis ha tenido mucho, si no todo que
ver, con el resultado de la mayoría de, digamos presidenciales, que se han desarrollado en toda Europa a lo largo
de los ya más de cinco años que llevamos inmersos en el que denominaremos ya periodo histórico.
Puestos a buscar un denominador
común que permita encontrar una pauta común que explique el resultado de
las mismas a lo largo y ancho de Europa, éste lo encontramos en el hecho
manifiesto de que la gente ha
castigado a sus gobernantes. No se han aceptado excusas. El borde de las
papeletas que formalizan la acción del sufragio se ha comportado como auténticos
bisturís, con los cuales la población
ha ido extirpando los que ha considerado
los tumores causantes de sus respectivas enfermedades.
Islandia, Grecia, Polonia, Ucrania…constituyen ejemplos
manifiestos de este tipo de comportamientos. Sin embargo, el más importante, a
la par que llamativo, lo conforma Francia. No se trata ya de que Hollande se haya situado al frente de El Eliseo, se trata más bien de que por
primera vez en treinta años, La Izquierda Francesa se ha hecho con todo el poder, ratificado
por los resultados de las elecciones a
Cámara Legislativa cuya segunda vuelta se ha desarrollado el pasado domingo, y
que han arrojado una más que contundente mayoría
absoluta para el Partido Socialista
Francés.
Pero llegados hasta aquí, repasemos las circunstancias, de
nuevo paradójicas, que han encumbrado al Partido
Popular a La Moncloa, como no
podía ser de otra manera, con mayoría
absoluta; y recalco semejante hecho porque estoy manifiestamente convencido de
que la única manera de que la Derecha vuelva a apoderarse de los escaños del
Congreso, es mediante la obtención de esos resultados, humildemente veo
complicado la concesión de tratos conciliadores.
Mas no cedamos a la tentación de perder el rumbo. El triunfo
del Partido Popular, o más concretamente
la derrota del Partido Socialista, ha
de ser interpretada, en términos de malestar
con aquél que ejerce la función de gobierno en un momento de Crisis
Estructural. El hecho de que en España la víctima coyuntural sea la Izquierda, hay que buscarla de nuevo en
los desajustes internos específicos de
España la cual, como siempre, dada la acción de la inercia conceptual que nos embarga, tenía al frente del Gobierno a
un Partido de Izquierdas, mientras
que toda Europa bailaba en ese momento al
son que tocaba la Social Democracia.
Espero que aún permanezca en la mente el binomio
Merkozy.
Así, y sólo así se explica, si bien no se justifica del
todo, la irrupción al frente del Gobierno de España, del pequeño registrador de la propiedad.
Porque señores
miembros de la Ejecutiva del Partido Popular, bien está que ustedes
consideren que un eterno aspirante a
Político pueda y deba liderar sus filas. Pero de ahí, a llevarlo a la
Presidencia del Gobierno, el camino se llama irresponsabilidad.
Una irresponsabilidad que se traduce en el hecho de que en
las reuniones internacionales, se le conozca como el pequeño abogado de provincias. Una irresponsabilidad que se
traduce en el hecho de que a nivel internacional resulte difícil tomarle en
serio, obligando al resto de líderes
internacionales a cuidarse de su presencia.
Y en este contexto hemos de ubicar el hecho de que en la
escalerilla del avión que le llevaba a México, directamente a pie de pista, le
estuvieran esperando varios dignatarios para pedirle abiertamente explicaciones
no ya sólo por el contenido de sus engorrosas
Ruedas de Prensa, sino incluso, y esto es sin duda más lacerante, por el
tono de arrogancia con el que las mismas son pronunciadas.
Me comenta un amigo bien colocado en la Agencia de Noticias Reutters, ya sabéis, aquélla que le anticipó a
la mismísima y plenipotenciaria Sra.
Vicepresidenta Primera, Sáenz de Santamaría la existencia de la reunión al
más alto nivel que desencadenaría el Primer
Rescate de España dos días antes de que la misma se produjera, y cuando la
excelsa señora seguía negando el hecho; que varios líderes europeos le han
indicado a D. Mariano eso que muchos españoles pensamos, según lo cual lo mejor que puede hacer por España, es
marcharse.
Sí señores, muchos dirigentes internacionales han decidido
que el abogado de provincias es
incapaz de entender el momento histórico
que vive España. Consideran su presencia como una afrenta directa a la inteligencia humana, y consideran un
obstáculo manifiesto su presencia en ciertos foros, en los que no puedes
negarte a contestar, o incluso no puedes cambiar el turno de preguntas de los
participantes en una rueda de prensa.
Y como pista definitiva, los movimientos que se están
produciendo dentro de la propia UE.
Desencadenados ya todos los vientos y mareas que preceden a la que sin duda será intervención
definitiva del “Reino de España”, pocos, por no decir ninguno, son los
dirigentes europeos que consideran viable exponer sus fondos al riesgo que
supone rescatar un país que tiene a paisanos
como este, al frente.
La circunstancia a título exterior es clara, y no lo es
menos a título interior. Por ello, podemos afirmar que ya tienen preparado heredero.
Llegados a estas alturas, ni los integrantes de la ejecutiva desarrapada pueden permitirse
el lujo de arriesgar los capitales de un ya
más que seguro segundo plan de rescate. Para ello, si hay que remover al
Presidente, se le remueve, y si con ello hay que abrazar la Tecnocracia, pues que así sea.
Cierto es que hoy, acabo el presente firmándolo tan sólo
como un artículo de opinión. Pero no
es menos cierto que mañana serán datos, los que sustenten las mencionadas
opiniones.
Mientras tanto, dormid (todavía), tranquilos.
Luis Jonás VEGAS VELASCO.
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